Cajas míticas: Buscadores de oro

Inauguro esta sección de cajas míticas con la que es para mí una de las más entrañables y geniales: los buscadores de oro (3747).

¡Cuántas veces la miraría y remiraría en los catálogos de aquellos primeros años 90! Por suerte pude conseguirla por todocoleccion hace dos años, tras mucho tiempo- Es cierto que les falta una oreja a cada mula y que la olla viene sin cadenita, pero todo tiene arreglo. Después de tanto tiempo, esta caja sigue fascinándome.

La foto de detrás, como en todas las de Playmobil, es preciosa. Me encanta ver a los buscadores trabajando junto al río con sus carretillas, cribas y demás instrumentos. Al fondo, los indios atacan (cuando todavía no eran morenos). 

Los cuatro personajes de la caja tenían cada uno un enorme valor, como si pudiésemos imaginar su historia. El anciano del gorro marrón, otra pieza original para tramperos y pioneros: puede que se gaste su oro en el próximo saloon como los que aparecían en Lucky Luke. En la película El árbol del ahorcado uno de los "malos" que quieren fastidiar a Gary Cooper y conseguir mucho oro lleva uno parecido:

Gran interés tiene también el tuerto barbudo. En general, los tuertos de Playmobil no piratas siempre han tenido un halo siniestro o al menos de veteranos que pagaron un alto precio en su pasado, pero que ya de por sí atraían para inventarles historias. Un spin-off de las cajas, por así decirlo (algún día hablaremos de eso).

El negro bien podría ser un esclavo fugitivo si nos situamos antes de la abolición o bien un ex-esclavo si nos situamos después de ella. De un modo o de otro parece que su papel en el grupo es el de preparar el café y la comida, como Sam, el ayudante del piloto de Remontando el Mississippi.

Yo habría puesto a un chino en lugar de un negro, pues en aquellos años de la fiebre del oro se vieron también atraídos y muchos prefirieron lanzarse a buscar oro en vez de trabajar en el ferrocarril en la costa oeste. Aunque quizá no quisieron añadir un chino por si se parecía al de los bucaneros de la 3794:

Y por último el pistolero bigotudo, sin duda un tipo huido de la justicia que ha querido probar suerte entre los buscadores de oro.

El tema de la fiebre del oro se puede meter dentro de la temática del oeste, o bien en la de los tramperos y cazadores del gran norte. Es un tema tan amplio que podemos contar dos fases: la de California, que es la que aparece en la película La leyenda de la ciudad sin nombre, y la de Alaska, a finales del siglo XIX, que es la que conoció Jack London. Pero hubo muchos otros yacimientos y ríos donde se buscó intensamente, tanto de forma asilada como en grandes grupos.

Precisamente La leyenda de la ciudad sin nombre nos presenta un panorama muy realista, a pesar de ser un musical (sin que por ello tenga que ser algo despectivo), pues nos muestra a colonos no solo de origen inglés, sino también de origen alemán, ruso, chino, francés, lanzándose todos a la aventura de buscar oro. Una fuente de inspiración también para aquellos pioneros rudos que dilapidaban sus momentáneas fortunas.

La caja de los buscadores de oro será siempre una de mis favoritas.