Diciembre de 1914, norte de Francia, frente occidental de la I Guerra Mundial. El primer año del conflicto,
los soldados de ambos bandos tuvieron que pasar las Navidades en el frente. Al
estallar la guerra, los gobiernos de las naciones beligerantes estaban de
acuerdo en que no duraría más allá de las Navidades. Pero al llegar éstas, se dieron
cuenta de que el conflicto iba a ser más largo y desastroso de lo que
esperaban. El invierno resultaba duro en el norte de Francia y más aún en la
vida diaria de las trincheras. La emperatriz Augusta Victoria, esposa del
káiser Guillermo II de Alemania, ordenó que se enviasen pequeños árboles de
Navidad al frente para que sus soldados celebrasen la Nochebuena, adornasen sus
insalubres trincheras y recordasen a su patria.
La noche del 24 de diciembre de
aquel año cada ejército celebraba la Navidad. Los británicos entonaban
villancicos acompañados de gaitas. Los franceses bebían champán, enviado
especialmente para aquella noche. Los alemanes, por su parte, cantaban Noche de paz. En un momento de la noche,
británicos y franceses contemplaron asombrados cómo los arbolitos encendidos de
los alemanes comenzaban a asomar por encima de las trincheras. Al momento, los
cánticos de un lado y otro de las trincheras se unieron y comenzaron a
felicitarse. Poco a poco, los soldados fueron saliendo a tierra de nadie e
intercambiaron saludos. Los oficiales decidieron celebrar una tregua y
ordenaron el alto el fuego por aquella noche. Se encendieron hogueras, se
enterraron a los muertos de los dos bandos. Alemanes, británicos y franceses
intercambiaron cigarros, chocolate, champán y whisky. Cantaron villancicos e
incluso jugaron un partido de fútbol, el cual ganaron los alemanes. Por una
noche y con motivo de una fiesta que unía a todos, los combatientes de la
Primera Guerra Mundial dejaron a un lado sus diferencias para celebrar juntos
la Navidad.
La película Feliz Navidad (2005) reconstruye aquel episodio olvidado de la Gran Guerra. Esta co-producción franco-germano-inglesa revive aquella tregua de diciembre de 1914 y el espíritu tanto navideño como conciliador.
Genial. Muy buena entrada
ResponderEliminarMuchas gracias! Sois caros de ver por aquí. Espero que sigáis participando. Un saludo!
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