El conde envía a sus leñadores al bosque y les ordena aprovisionarse para el frío y duro invierno medieval. Podrán dejar una parte para sus familias. Gontrand les manda talar un roble de tronco muy grueso para que arda en la noche de Navidad. El conde ha heredado esta costumbre pagana de sus antepasados francos y burgundios, y que sigue presente en la mayor parte de la Europa medieval. El tronco será arrastrado hasta el castillo el día de Nochebuena con gran fiesta para todos.
Habrá que seleccionar un buen roble. Los leñadores saben lo que se hace. Llevan trabajando en el bosque durante generaciones.
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