Nazareth, un pequeño pueblo de Galilea. Unos soldados romanos llegan allí escoltando a un alto funcionario imperial:
-En nombre del divino César Augusto, el pretor Publio Sulpicio Quirino ha ordenado que se realice un censo. Habrán de inscribirse todos los habitantes de Judea, Samaria y Galilea en sus lugares de origen. El cabeza de familia habrá de inscribirse en la tierra de sus antepasados. Las órdenes de Roma han de cumplirse siempre.
Los aldeanos escuchan el bando imperial. José bar Jacob, los ha escuchado desde su carpintería.
-¿Has oído el bando, José?
-Sí, María. Debemos ir a Belén, de donde proviene mi familia.
-María está en estado avanzado, José. El niño no tardará.
-Entonces partid cuanto antes. Se acerca la Januka y Jerusalén estará abarrotada. Belén no está lejos. Los peregrinos lo llenarán todo.
-Sí, hemos de prepararnos.
Son muy entretenidas estas entradas que estas dedicando a la Navidad y sus tradiciones, nos/me sirven para recordar y/o aprender y divertirnos/divertirme que creo que es de lo que se trata...
ResponderEliminarGracias y ¡ADELANTE!.
Pues te agradezco tus comentarios enormemente, Juan :)
ResponderEliminar¡Y la cosa sigue!
Gracias a ti
Un saludo