En el desierto de Arabia han acampado unos magos. Hace días que dejaron Persia para dirigirse al oeste con su comitiva.
-Como bien sabéis, todo cuanto sucede en el firmamento tiene su equivalencia en la Tierra. La aparición de esa nueva estrella señala un acontecimiento de enormes consecuencias. Su coincidencia con la conjunción de Júpiter y Saturno no es una simple casualidad.
-Si revisamos los antiguos escritos veremos que Zoroastro indicó que el profeta de Dios nacería en una tierra extranjera. Predicará la verdad para su pueblo.
-Pero tan solo hay una verdad...
-Has hablado bien, hermano Melchor, el más sabio de nosotros. Otros han hablado también de un enviado... Los tibetanos y los celtas esperan su llegada ¡Y sobre todo los judíos! Las escrituras de sus profetas confirman nuestros cálculos: un rey está a punto de nacer.
-¡Un rey!
-El rey de los reyes-señala Melchor-Así es, Gaspar-"Se alzará la estrella de Jacob y se levantará el cetro de Israel"
-Pero ¿cómo encontraremos a ese rey?
-Bastará con seguir a la estrella, hermano Baltasar. La estrella indica el oeste, la seguiremos y hallaremos al pequeño rey.
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