viernes, 29 de septiembre de 2017

Cristóbal Colón



 Este verano leí un ensayo sobre el descubrimiento de América que me enganchó bastante: El enigma de Colón y los descubrimientos de América, de Juan Eslava Galán. De todos los libros que había leído de Eslava éste es sin duda el que más me ha gustado; el más completo e interesante. 
       Además de aproximarse a la figura de Cristóbal Colón, conocidísimo, pero desconocido en muchas cosas, Eslava intenta averiguar quiénes llegaron a América antes del almirante y cuánto hay de leyenda y de verdad en torno a posibles pre-descubridores. Todo ello acompañado de la visión que los europeos del siglo XV tenían del Atlántico antes del viaje de Colón, otro tema que siempre me ha gustado y que me lleva a pensar en aquellos preciosos mapas antiguos plagados de monstruos marinos:




  Una lectura muy recomendable que, aunque se escribió para el centenario del descubrimiento en 1992, puede leerse en cualquier momento.
    Cuando era pequeño representé con Playmobil la historia del descubrimiento. Para ello me vinieron bien el barco pirata y la isla. Homenajeando al libro de Eslava y al propio Colón, he vuelto al personaje para reconstruirlo:


La verdad es que el resultado me gusta bastante. Mezclando piezas de distintas temáticas resulta un almirante logrado, cercano a la imagen que todos tenemos de él. He usado, como se puede ver, un gorro de lansquenete, aunque si pudiera me gustaría conseguir uno de esos antiguos. A estos me refiero:


Colón en su estudio, revisando mapas de antiguos geógrafos que aseguraban que las Indias se encontraban al otro lado del Atlántico, mucho más cerca de lo que los griegos pensaban ¿Por qué? Como sostienen Eslava y otros autores, tanto Colón como aquellos geógrafos tuvieron que escuchar relatos de navegantes cuyas naves fueron alejadas hacia una tierra desconocida. Pero ¿se trata realmente de Asia? Ahí está la cosa...



Colón se sirve de una brújula y un compás. El sextante que aparece sobre la mesa no se inventó hasta el siglo XVIII, pero lo he incluido porque no tengo astrolabios (se me perdonará este anacronismo).



A pesar de sus tres o cuatro errores, 1492: la conquista del paraíso es la mejor película que se ha hecho sobre el descubrimiento. También realizada con motivo del centenario y dirigida por el genial Ridley Scott, es una visión espectacular y épica sobre el viaje y posterior gobierno de Colón.



¿Los errores?

1. Vuelven tres naves del primer viaje cuando en realidad solo regresaron dos: la Pinta y la Niña. La Santa María encalló y con ella construyeron el Fuerte Navidad.
2. Colón (Gerard Depardieu) muestra sus intenciones de proteger a los indígenas y no forzarles a convertirse al cristianismo. En realidad, Colón no tuvo jamás esas intenciones y desde el principio planeó convertirlos en esclavos para sacar beneficios si no encontraban oro.
3. La reina Isabel la Católica (Sigourney Weaver) es presentada como una mujer frívola y con un escote "llamativo". En realidad, la devota reina tuvo una personalidad muy distinta.
4. Los colonos construyen en La Española una iglesia barroca con los planos de Leonardo Da Vinci (renacentista). Sin comentarios...

A pesar de esto, me sigue pareciendo una buena película. Nos dejó una banda sonora inolvidable y grandiosa a cargo del gran Vangelis:


Hubo también una serie de dibujos animados sobre Colón en aquel 1992. Yo la verdad es que tengo algunas imágenes dispersas de aquella. Su música también tiene bastante de ese espíritu aventurero de viaje a lo desconocido:







Húsar alado polaco


  Dentro de la saga de Las torres de Bois-Maury, en la etapa dedicada a los descendientes de Aymar, aparecen unos curiosos jinetes polacos: los húsares alados. Estos soldados con plumas a la espalda llamaron bastante mi atención y no volví a encontrarlos hasta que viajé a Polonia.



  Este curioso cuerpo de caballería estuvo presente en el reino de Polonia entre los siglos XVI-XVIII. Su sorprendente y original indumentaria intenta imitar a los ángeles. Fueron una potente defensa durante las guerras contra Rusia. En el imaginario popular polaco, los húsares alados están envueltos de un halo épico, como nuestros tercios. Esta armadura de húsar alado la encontré en una iglesia de Wroclaw, prueba de la estima del pueblo polaco hacia estos jinetes casi legendarios:



 La armadura recuerda bastante a la usada por la caballería pesada rusa, especialmente el yelmo. 
Para hacerlo con Playmobil he echado mano del casco asiático/mongol, el que mejor se adapta a ese aire oriental.







Las plumas, nada más fácil: los indios nos ofrecen prácticas tiras que imitan a la perfección las "alas" de aquellos jinetes que llevaron las fronteras del reino polaco hasta las llanuras de Ucrania.





Polonia


           El primer post de este regreso se lo dedico a Polonia, el país que visité estas vacaciones de verano. Recomendado por varios amigos y familiares, realmente he acertado visitando este precioso país de Centroeuropa (los polacos no se consideran a sí mismos Europa del este).



  Polonia es un país precioso, acogedor y super barato. Es enorme, por lo que lo mejor es intentar abarcar solo una parte. En mi caso, fui a lo más turístico: Malopolska ("Pequeña Polonia"), la región del sur y la más turística. Me instalé en su capital: Cracovia, la más bella de Polonia, pues se salvó de los destrozos de la II Guerra Mundial.


  Polonia es una mezcla de Rusia y Praga, tanto en su cultura, su arte, sus costumbres, su gastronomía, etc. Su apasionante historia brilla por sí misma: eternamente acosada por sus poderosos vecinos, destrozada, dividida y vuelta a unir. Su inquebrantable fe católica se puede sentir en todas las iglesias y en todas las edades: por todas partes te encuentras con el papa Juan Pablo II. Las huellas nazi y comunista se dejan ver también. Visitar Auschwitz, la fábrica de Schindler y el barrio judío de Cracovia es entrar en el drama del holocausto.




      Poco puedo abarcar en un post todo lo que se puede visitar y hacer en Polonia (y sin duda le dedicaré más entradas, pues este país me ha encantado). Por ahora, quisiera dedicar un poco al folklore polaco, elemento imprescindible siempre de un país para mí (las fotos siguientes ya no son mías).






    Los trajes polacos, como todos los eslavos, son muy coloridos y forman parte de la orgullosa identidad polaca ¿Cómo representarlos con Playmobil, pensé? Bueno, pues aquí están mis polacos:



Los gorros masculinos polacos son difíciles de plasmar, así que ¿por qué no tirar de los de piel? Después de todo, fueron comunes entre todos los eslavos.


      Así, tenemos unos campesinos polacos intemporales, pues la vida en el campo no varió mucho de una época a otra. El polaco de rojo lo he construido a partir del torso y las piernas de un mongol. Lo conseguí en una feria suelto y acabo de averiguar que es de la colección de Planeta de Agostini. El caso es que me ha venido genial. Me parece un torso muy chulo y quizá lo pueda usar en futuros proyectos sobre Laponia.



   La chica rubia con la corona de flores es muy polivalente. Proviene de los sobres sorpresa, aunque Playmobil nunca aclaró su nacionalidad. Por su traje y aspecto encaja perfectamente como polaca, rusa, alemana, suiza, austriaca, noruega, etc. Solo he tenido que cambiarle los brazos. Su traje es el que más se aproximaba al de las polacas.
En cuanto a los otros dos, no he hecho ningún retoque: son los de la 3632, una caja muy entrañable, comercializada a mediados de los 90 como zíngaros o músicos ambulantes. Formaron parte de los Merry Men de Robin Hood, aunque a mí siempre me han parecido muy eslavos.



DJIEN DOBRY, POLSKA!




jueves, 28 de septiembre de 2017

El retorno de Playmoguardian

¡Ya estoy de regreso! Por fin he superado uno de los retos que tenía y ya me he quitado de encima una de mis peores complicaciones ¡Respiro!




Aquí estamos de vuelta para seguir promoviendo el coleccionismo de Playmobil, la historia y mucho más. Gracias a todos por vuestro apoyo. Como dije traigo nuevas ideas, nuevos temas y retomaré también los que se quedaron en el tintero.

¡VAMOS ALLÁ!