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lunes, 16 de junio de 2025

Las hordas mongolas

   Los Polo han llegado ya a las estepas del oeste de China. Cuando llevan unos días recorriéndolas, descubren que una horda de jinetes mongoles cabalga hacia ellos.



Los jinetes les rodean y les exigen saber quiénes son.


    Entonces, Niccolo enseña el salvoconducto que le entregó Kublai Khan. Los mongoles reconocen el emblema de la dinastía Yuan.


    El líder de la horda les da la bienvenida en nombre de Kublai Khan y les invita a aceptar la hospitalidad de su jefe: Bektor Khan.


    Marco contempla admirado a los terribles jinetes de las estepas, de los que tanto ha oído hablar. Los mismos que llegaron hasta las puertas de Europa.



 ¿Qué les espera ahora a estos venecianos, que están ya en el imperio mongol?











jueves, 12 de junio de 2025

Las montañas del Pamir

  Marco Polo, su padre y su tío se adentran en las montañas del Pamir: la puerta de China. Los camellos no pueden resistir las frías temperaturas de Asia central. Por eso, compran caballos de esta zona.


  También contratan guías locales para cruzar la imponente cordillera. 





domingo, 8 de junio de 2025

Un largo desierto

 Marco, su padre y su tío, ya con las credenciales del papa en su poder y los dos frailes predicadores, recorren el largo desierto de Persia. Un largo camino que les lleva, a través de la ruta de la seda, hacia la misteriosa Tartaria. Solo cinco europeos han llegado a ella: los dos monjes bizantinos de Justiniano, en el siglo VI, que se hicieron con los gusanos de seda; el franciscano belga Willem van Ruysbroeck, enviado por Luis IX de Francia, y los franciscanos Giovanni da Pian del Carpine y Benedicto de Polonia. Estos dos últimos fueron comisionados por el papa Inocencio IV, treinta años antes que los Polo, para ir a la corte de Guyuk Kan. Y lo consiguieron. Pero la ruta de la seda está llena de peligros.


    Es necesario ir bien provistos. No debemos olvidar tampoco los caravasares: los lugares de parada y repostaje de las caravanas del desierto.


El camino se hace largo y pasan las semanas. Pero nada altera el espíritu joven y aventurero de Marco.

    
    Pero los frailes no son de la misma opinión. Los sarracenos andan muy revueltos por la zona y amenazan a los cristianos: armenios, georgianos... Temen por sus vidas. 


    Finalmente, acuerdan que fray Niccolo y fray Guglielmo regresen a Acre. Ahora, los Polo deben adentrarse solos en las tierras del Lejano Oriente.



miércoles, 4 de junio de 2025

La primavera austral

   Febrero de 1520. La expedición de Magallanes continúa navegando por la costa oriental de Sudamérica en busca de un paso hacia el mar del Sur. Se internan en el estuario del río de la Plata, descubierto por Solís. Pero Magallanes y sus capitanes comprueban que se trata de agua dulce: no es el paso que están buscando.


    Primavera. La expedición llega a los 49º latitud sur. La temperatura desciende considerablemente. Avistan bloques de hielo, focas y pingüinos. 


Los españoles jamás han visto a estas aves y las toman por patos.


    Las estrellas han cambiado y ya no se divisa la Polar. Magallanes conoce el viaje de Vespuccio por estas latitudes. Sabe que hay otras constelaciones y que debe guiarse por la Cruz del Sur
    En estas latitudes es otoño. Los capitanes se reúnen con Magallanes y le convencen de atracar en esa bahía, a la que bautizan como de San Julián, por la temperatura. Las velas se hielan y el frío es intenso.


    En abril, estalla un motín. Gaspar de Quesada, capitán de la Concepción, libera a Cartagena. Todas las naves se rebelan, excepto la Trinidad y la Santiago ¿Qué pasará ahora?




domingo, 1 de junio de 2025

El aceite del Santo Sepulcro

 Acre, 1271. Marco, Niccolo y Maffeo Polo desembarcan en la plaza fuerte de los cruzados en Tierra Santa. Allí son recibidos por Teobaldo Visconti, el legado papal. La Iglesia sigue a la espera de que los cardenales elijan al nuevo papa en un cónclave que está durando ya tres años. Los venecianos solicitan a Visconti el permiso para ir a Jerusalén a por aceite del Santo Sepulcro.


    Visconti se lo concede. Jerusalén está ahora en manos musulmanas de nuevo, desde el fracaso de la tregua del emperador Federico II tras la sexta cruzada. Los sarracenos controlan el acceso de los peregrinos a la basílica del Santo Sepulcro. Católicos, ortodoxos y armenios velan por el templo.


    Los sacerdotes bizantinos proporcionan a los Polo el preciado aceite que será el presente para el gran khan, además de ricos objetos de valor provenientes de Venecia.


    Cuando se dirigen hacia el norte, los Polo se enteran de que por fin han elegido un nuevo papa: el propio Visconti. Ha tomado el nombre de Gregorio X. Los venecianos se presentan de nuevo en Acre ante el nuevo pontífice.


    Gregorio X les entrega salvoconductos. Pero en cuanto a la petición de los 100 sacerdotes para el khan, resulta imposible, pues no hay tantos en Tierra Santa y se requieren sus servicios. El papa solo puede concederles dos frailes: Niccolo de Vicenza y Guglielmo de Trípoli.


El viaje hacia Cathay puede comenzar. Pero será largo, pues deberán recorrer la ruta de la seda.

miércoles, 28 de mayo de 2025

Marco Polo

 Venecia, 1269. El joven Marco Polo espera el regreso de su padre Niccolo y su tío Maffeo, que han viajado hasta la lejana Cathay (China), dominada por los mongoles, como representantes comerciales de la República de Venecia ante el gran kan.


Cuando partieron, su madre se encontraba aún embarazada, por lo que Marco no los conoce en persona.


    Al fin regresan. Marco está asombrado por las maravillas que su padre y su tío le cuentan. Han llegado hasta Tartaria, la lejana tierra imaginada por los europeos para contener todo el lejano Oriente. Marco les pregunta por los mongoles, por el Preste Juan, por los cinocéfalos, por todas las cosas asombrosas que ha leído sobre las lejanas tierras donde nace el sol.


    Le muestran a Marco objetos que han traído de Cathay. Entre ellos, llama especialmente la atención el papel moneda, totalmente desconocido en Europa.


    Tras rendir cuentas ante el dux de Venecia, Niccolo y Maffeo planean su regreso al imperio mongol. Prometieron a Kublai Kan que regresarían con 100 sacerdotes para enseñar el evangelio, credenciales del papa y aceite del Santo Sepulcro de Jerusalén. Esta vez, Marco les acompañará. Pero hay un problema. El papa Clemente IV murió un año antes y los cardenales continúan reunidos en el cónclave en Viterbo sin elegir al nuevo pontífice. Tras esperar dos años, el cónclave no ha elegido todavía, pero los Polo deciden partir de todas formas. Primera parada: Tierra Santa.


lunes, 12 de mayo de 2025

Doctor Livingstone, supongo

   David Livingstone es un explorador, médico y misionero británico. A mediados del siglo XIX, Livingstone abrió el camino a la colonización del África interior.





Descubrió las cataratas Victoria y exploró el río Zambeze.


    En 1866 Livingstone inició una nueva expedición en busca de las fuentes del Nilo, pero cayó enfermo y se estableció en Ujiji (Tanzania). En los años siguientes, su pista se perdió. El New York Herald envió al británico Henry M. Stanley, nacionalizado como americano, en busca de Livingstone. En 1871, la expedición llegó a Ujiji. Stanley encontró al explorador británico y pronunció su famosa frase:
-Doctor Livingstone, supongo.












martes, 6 de mayo de 2025

Explorando el sur de Egipto

  Volvemos al Egipto victoriano. Estos viajeros, tras explorar el Valle de los Reyes, se aventuran en dromedarios por el sur del país.



La temperatura hace preciso portar agua.




Más allá, el desierto de la misteriosa Nubia.


sábado, 15 de marzo de 2025

El cabo de San Agustín

  Septiembre de 1519. La expedición liderada por Magallanes hacia las Molucas atraca en Tenerife. Allí, Cartagena y otros oficiales exigen al portugués que les revele la ruta del viaje. A pesar de sus reticencias, Magallanes accede. La idea es bordear la costa oriental de Suramérica hasta encontrar un paso que les lleve al mar del Sur. Desde allí, deberán recorrer un océano por el que nadie ha navegado jamás.


    Mientras tanto, el rey Carlos I ha escrito a su futuro suegro, el rey Manuel I de Portugal, para informarle de que el viaje de Magallanes respetará las demarcaciones del tratado de Tordesillas. Pero Manuel I no se fía. Considera a Magallanes un traidor. Ordena arrestar a los tripulantes si recaen en puerto portugués.
    Las discusiones con Cartagena continúan y Magallanes opta por apresar al veedor real. Este gesto genera el odio entre los oficiales hacia el portugués. Magallanes teme ahora que, como Colón, pueda tener lugar un motín. Y que tal vez él no pueda pararlo, como sí hizo el genovés. 
    Noviembre de 1519. Tras dos meses de travesía, Magallanes y sus hombres avistan tierra. 




Es el cabo San Agustín, en la costa de Brasil.


Magallanes desembarca. Son recibidos por indígenas.



El trato con ellos es pacífico.





Pigafetta anota el recorrido en su diario.









sábado, 8 de marzo de 2025

Hacia la Especiería

  Aprobado el proyecto de Magallanes por el rey Carlos I, el viaje puede dar comienzo. El navegante portugués supervisa los preparativos en el puerto de Sevilla. La Corona aporta cinco barcos para la expedición: Trinidad, Santiago, San Antonio, Concepción y Victoria. También aporta 234 marineros. Magallanes y sus hombres, entre ellos, Juan Sebastián Elcano, maestre de la Concepción.



    Pero la Casa de Contratación, con el obispo Juan Rodríguez de Fonseca al frente, no permite que se haga nada sin su supervisión. Por eso, impone a Juan de Cartagena como veedor real en la expedición.

    
    Magallanes no ve con buenos ojos esta imposición de Fonseca ni otras. No se fía de este Juan de Cartagena y empieza a tener un cierto resquemor hacia los españoles. Solo consigue que 31 portugueses se unan a la expedición.


    Otro miembro se une a la expedición: es el veneciano Antonio Pigafetta, de Vicenza. Humanista, cartógrafo, conocedor de varias lenguas, Pigafetta ha leído los relatos de los viajes de Colón y Vespuccio y quiere viajar en busca de aventuras. Magallanes lo contrata.


    El 10 de agosto de 1519, las cinco naves parten de Sevilla. Todas lucen la cruz de la orden de Santiago en sus velas. Descienden el río Guadalquivir hasta Sanlúcar de Barrameda.


 A partir de allí, mar abierto. Rumbo sur-suroeste. La ruta hasta América es conocida,  pero ¿Qué pasará a partir de allí? ¿Qué peligros les esperan?











martes, 25 de febrero de 2025

El proyecto de Magallanes

   Sevilla, 1517. El navegante portugués Fernando de Magallanes se ha instalado en la ciudad andaluza. Pero en los años anteriores ha viajado a la India por la ruta portuguesa descubierta por Vasco de Gama. Ha visitado también Malaca y ha podido contemplar las maravillas del Sudeste Asiático. Pero el objetivo de los portugueses es llegar a las islas donde están las especias: las Molucas, las islas de la Especiería.
    

    Magallanes estudia los mapas y, junto a algunos cosmógrafos, sostiene la idea de que el viaje a las Molucas sería más corto si se realiza por el oeste. Es decir, el proyecto de Colón, sorteando América. Para ello, es necesario buscar un estrecho en el Nuevo Mundo que conecte con el misterioso mar del Sur descubierto por Núñez de Balboa.
    Pero hay un problema. Según el tratado de Tordesillas, las Molucas se encuentran en el lado español del meridiano. Por lo tanto, deberían pertenecer a España.


    Así, Magallanes traza el proyecto de llegar a la Especiería por el oeste, a través del Atlántico y del mar del Sur. Propone su proyecto al rey Manuel I de Portugal, pero este lo rechaza porque, asegurada la ruta por el este, no quiere atender nuevas alternativas. Le concede presentar la idea a una corte extranjera. Y Magallanes decide buscar la aprobación del joven rey Carlos I. En 1518, Magallanes es recibido por el soberano en Valladolid.


    El navegante portugués presenta ante el rey su proyecto. Argumenta que las Molucas se encuentran en el lado español del tratado y que España debería reclamarlas. Él se presenta como el que puede trazar la vía segura hasta las islas. Una vía no explorada por nadie antes.


    Carlos I consulta a Magallanes sobre el estrecho hipotético que permitirá llegar al mar del Sur. El portugués le habla de las expediciones de Pinzón, Vespuccio y Pedro Álvares Cabral. Los tres exploraron las costas de Brasil. El sevillano Juan Díaz de Solís llegó al río de la Plata, pero ninguno ha llegado más al sur. Magallanes le explica que está convencido de la existencia de ese estrecho, porque es imposible que los dos océanos no estén conectados.


    Magallanes muestra al rey sus mapas y sus cálculos. Carlos I sabe del viaje de Colón y cómo descubrió un Nuevo Mundo. Sabe que sus abuelos, Isabel y Fernando, aprobaron su viaje. Quiere igualarlos y no perder esta oportunidad histórica, como ellos no perdieron la de Colón. Así, el rey aprueba el proyecto de Magallanes.


    Se firman los acuerdos para el viaje. Magallanes es investido con la orden de Santiago. La Corona acuerda aportar los barcos para la expedición. Cinco en total: la Santísima Trinidad, donde viajará Magallanes; la Santiago, la San Antonio, la Concepción y la Victoria. Además, Magallanes es nombrado adelantado y gobernador de las tierras que descubra. Y 1/20 parte del total de las ganancias. El viaje ya puede empezar.