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martes, 4 de febrero de 2025

Fuerte Navidad

  Nochebuena de 1492. Los españoles celebran la Navidad en tierra, en la Española.



    Mientras, la Santa María, con algunos hombres de vigilancia, está anclada en la costa. Pero unos vientos la arrastran hasta las rocas y la nave encalla.


    La alarma cunde entre los marineros. Juan de la Cosa está furioso. Han podido salvar las pertenencias, pero la nao capitana está destrozada. Es inútil repararla ¿Qué hacer ahora?


    Colón toma una decisión. Con las maderas de la Santa María construirán un fuerte. Con ayuda de los indios, los españoles se ponen manos a la obra.


    Finalmente, el fuerte está terminado. Colón decide llamarlo Fuerte Navidad. Es el primer asentamiento europeo en las Indias.









viernes, 31 de enero de 2025

La luz no se apaga en Hawkins

  "¡Oh, Santo Niño nacido para humana redención!" Así le proclamaba Gómez Manrique en Representación del nacimiento de nuestro Señor, allá por el siglo XV. Y tras esta pedante introducción, sí puedo decir ¿Cómo hizo aquel que nace cada Navidad, con qué fuerza, para diseñar y presentar un segundo trimestre en 2024 tan intenso? Pues solo una fuerza así pudo lograr tantas cosas. 
    Pero muchas señales había ¿Por qué si no vi esa Navidad la serie The End of the Fucking World? Nada hay aparentemente de trascendente ni espiritual en esta comedia negra protagonizada por dos adolescentes psicópatas (al menos uno de ellos). La pareja que forman James y Alyssa, quizá una de las más extrañas de la ficción, no parecen ofrecerse a que les analicemos en ese plano. Pero los cambios que cada uno experimenta, los que les hacen ver que se necesitan, sí. Y la serie, pasa de un planteamiento casi underground a una luz en la oscuridad.


    La misma luz en la oscuridad que pude ver en el Cerro de los Ángeles. La misma que me inspiró desde el decisivo 10 de octubre de 2023. La que estaba ya en el I.E.S. Brianda de Mendoza y que deseaba ver de nuevo en Valdeluz. Y la vi. Pero es posible que la clave no fuera el Brianda, sino que fuera Valdeluz desde el principio. ¿Me transmitió ya algo pasar junto a ella en 2021 al volver de Cuenca? ¿Anunciaba ya algo?
    Lo cierto es que me moví con esa luz. Y muchas claves estaban más tarde en Stranger Things. Me animé a verla el año pasado (todavía no me hago a la idea de que ya haya pasado un año) tras muchas recomendaciones. Nunca me ha atraído la ciencia-ficción, pero Stranger Things es mucho más que eso. Si no ¿Cómo es posible que una serie ambientada en los años 80, con guiños a películas como Los Goonies, E.T., Los cazafantasmas o La historia interminable, que parece una mezcla de las motivaciones de Spielberg y de Stephen King, que juega con la mecánica cuántica, haya podido gustar tanto a tanta gente, de generaciones distintas, cuando algunas de las cuales ni conocen esas referencias?



    Las claves de Stranger Things, la serie ambientada en Hawkins, una ciudad ficticia de Indiana en los años 80, están en buena parte en lo que he dicho. Pero también están en el hecho de que, en este turbulento siglo XXI, se haya atrevido a recuperar la aventura, la amistad y las buenas intenciones. Algo, si no, hay en la unión de Mike, Lucas, Will, Dustin y Once que haya podido conmovernos tanto.
    Y es ese algo el que hizo que una serie de ciencia-ficción, género que hasta 2024 no me decía nada, hiciera que mis aficiones, Valdeluz y mis valores, fueran una misma cosa. Cosa en la cual medité al pasear por la ermita de la Virgen del Madroñal de Auñón, aquellos días, entre finales de enero y principios de febrero.


    No solo es la paz que transmite, junto al pantano. Fue también pasar junto a Horche y comprender que, si todo esto me llevaba a aquellos años dorados de los 90, era por el legado que mi padre me había dado y que posiblemente algunos de aquellos a los que dio clase él allí, eran los padres de los que ahora daba clase yo. Y que, posiblemente, por acción de ese algo, era la forma en la que sus padres le daban inconscientemente las gracias al mío: a través de sus hijos, de todo cuanto me regalaron. Y Stranger Things se encargó de potenciarlo.
    Porque, si fuese una serie plana, mediocre, woke, es decir, como la mayoría de la oferta actual, Stranger Things se habría quedado en un producto sin pena ni gloria. Uno más de tantos. Pero he aquí otra de sus claves: los personajes que cambian. Y no cualquier cambio, sino la redención (otra vez). Siempre he admirado al personaje de Robert de Niro en La misión, que pasó de ser un perseguidor de los indios a convertirse en su defensor. Y es lo que veo, por ejemplo, en Steve, que de matón del instituto pasa a defender a sus jóvenes amigos, con bate de clavos incluido.


    El ejemplo de Steve nos lleva a ver que el cambio puede ser para bien. Como en The End of the Fucking World. Y a que cuando se nos necesita, nada importa nuestro orgullo, nuestra debilidad: sacamos siempre lo mejor de nosotros, como en Valencia

¿Qué puñetas hace la lámpara de mi abuela en Stranger Things?

    Y no solo en los chavales de Hawkins ¿Qué decir de Jim y de Joyce? Hasta el punto de disfrazarse de soviéticos (estamos en plena Guerra Fría, recordemos).


    Precisamente en mi capítulo favorito, en el que Dustin y Suzie nos regalaron el momento más genial con La historia interminable.


¡Y todo esto para obtener la Constante de Planck (E=hf)!

    Esa fuerza, ese algo, me llevó a ver que, al final, todos tenemos que enfrentarnos al demogorgon. Y en esa lucha, surgen las alianzas extrañas. Como Aragorn, también yo acudí a pedir la ayuda de los reyes muertos.


    Y el algo hizo que la luz brillara de nuevo, pues todo lo que gané desde octubre, lo que realmente es valioso, no me abandonó. 



    Y, tras la victoria del 1 de marzo, puedo decir que sí: que algo hizo posible el Niño nacido para humana redención. Pues lo mismo que vi en Cabanillas y en el Brianda, lo mismo que me hizo ser otro Rodrigo Mendoza, pude verlo de nuevo en Valdeluz. Todo eso comprendí.Y que la luz que brilla en Hawkins no se apaga, pues sigue brillando ante la adversidad.







martes, 7 de enero de 2025

Feliz año nuevo

 Un año más pasa, un año más comienza para PLAYMOGUARDIAN y para todos nosotros. 2024 ha sido un gran año, tanto a nivel personal como profesional. Me reencontré con escenas y sensaciones que jamás pensé que volverían. Tras muchos esfuerzos, 2024 me dio una gran recompensa y me invitó a reflexionar. Un año clave que quedará para siempre en el recuerdo, sobre todo por la experiencia en el IESO Aries XXI de Valdeluz ¡Gracias!



    Este nuevo año empieza con muchas entradas nuevas que elaboré en noviembre, pero que reservé para dejar paso a la temporada de Navidad. Temporada que siempre se hace corta, desgraciadamente... En este 2025 va a haber mucho de Edad Media, de aventuras en alta mar, de conquistas al otro lado del Atlántico, de romanos, heráldica... Nos esperan muchos retos, muchas cosas difíciles que habrá que afrontar.

 Este blog, que comenzó tal día como hoy en 2017, surge y vive principalmente para unir dos de mis grandes aficiones la historia y Playmobil. Y en esa unión se dan cita la nostalgia, la divulgación, la mirada al pasado, pero también la actualidad, el mundo que nos rodea, incluidos nuestros viejos amigos los animales. Porque descubrimos que, en realidad, por mucho que crecemos y cambiamos (la Navidad nos ayuda a recordárnoslo) no perdemos (ni debemos perder) el entusiasmo que teníamos de pequeños. Para eso existe PLAYMOGUARDIAN, pues no tiene ánimo de lucro, sino de querer compartir estas aficiones.


¡¡¡ FELIZ AÑO NUEVO!!!

jueves, 19 de diciembre de 2024

Mis Navidades

  La Navidad pasada comentaba si realmente habíamos cambiado tanto en cuanto a la forma de celebrarla. La respuesta es sí, pero es el entorno, el mundo el que ha cambiado. Nos hacemos mayores, sin duda, y vemos cómo las personas que estaban con nosotros durante todas estas Navidades, nuestros abuelos, van desapareciendo de nuestras vidas. Esas son realmente las cosas que han cambiado. Porque, por mucho que cambie la estética navideña, los adornos, los regalos, la televisión, la comunicación, nosotros no cambiamos en nuestra forma de celebrar la Navidad. Siempre que la ilusión siga viviendo en nosotros.
    Fue precisamente la Navidad pasada cuando recordaba la que es para mí la mejor Navidad que ha habido: la de 1994. Y han pasado ya 30 años. Miro ahora atrás, hacia aquella maravillosa Navidad, a aquel niño que yo era, que esperaba con ilusión aquellos Playmobil, en medio de las luces, la publicidad, los juegos y anécdotas familiares.


    La ilusión de poner el belén, de desenvolver aquellos regalos, tras los cristales translúcidos de la puerta del hall en casa de mis abuelos; la nieve cayendo por la ventana (cuando nevaba), los trineos en el puerto de Piqueras, el especial de Martes y Trece de Nochevieja, los nervios al sonar las campanadas, los cedros iluminados, la fachada con el gran pino de Caja Salamanca y Soria, los especiales de Disney y las grandes galas y concursos en la tele. No se puede decir que tuviéramos las Navidades de Fanny y Alexander... pero todo era genial.


    Con esa idea de eternidad de la que hablé. Idea que quedará para siempre en los recuerdos, cada vez que pongo el árbol de Navidad y el belén, cada vez que veo los vídeos que nos grababa mi abuelo con su cámara, cada vez que releo cada diciembre ¡Y mañana Navidad! de Eve Tharlet, Cuento de invierno y La escalera secreta de Jill Barklem o ¡Mira, Madita, está nevando! de Astrid Lindgren. Cada vez que entro en la calle Almazán, cada vez que paso por Mariano Granados...



...aunque ya no tenga sus cedros, sino una estrella o una bola gigantes con el insufrible Mi burrito sabanero (una de las formas de venganza de los pueblos a los que conquistamos...), cada vez que recorro la calle Caballeros, cada vez que contemplo la vista del Castillo. Cada vez que hago todo eso, aquellas Navidades seguirán vivas y así seguirá la idea de eternidad. Pues como dice un villancico sueco:

                                                               He aprendido que somos
como llamas parpadeantes
mientras estamos aquí.

 Así es. Y no solo aquellas inmortales Navidades. Miro también hacia grandes momentos navideños en 2014, en 2017, o, sin ir más lejos, al mismo año pasado, con los chavales del IESO Aries XXI de Valdeluz, cuya ausencia se hace notar en estos días justo antes de las vacaciones:



    Por todo lo que hemos compartido entre 2023 y 2024, por todo lo que conseguimos juntos, por todo lo que hicisteis por mí. Gracias :) y feliz Navidad.
    Crezcamos, por lo tanto, porque no queda otra, pero cada Navidad, rescatemos el niño que fuimos, en la fiesta que el nacimiento de aquel otro Niño, el de Belén, nos ofrece cada diciembre. 


miércoles, 18 de diciembre de 2024

Exposición Juguetes con historia Guadalajara 2024

   Ayer asistí a la inauguración de la exposición Juguetes con historia en el auditorio Buero Vallejo de Guadalajara. Se trata de la exhibición de parte de la amplia colección de juguetes de José Luis Alguacil, amigo de este blog, que ya nos mostró su magnífico diorama de Navidad.
    Orgulloso y emocionado, José Luis nos mostró las diferentes piezas expuestas. Me advirtió, eso sí, que de Playmobil solo había una foto. Esta de la estación Congo, de la temática de safari:



    El viaje que nos propone la exposición es un recorrido por los juguetes de los años 50-80 y de las marcas españolas de aquellas épocas. Mediante vitrinas, fotos y material audiovisual, el recorrido se efectúa de manera muy didáctica, en la que podemos hacernos una idea sobre la evolución de aquellos juguetes.




    Evolución que pasa por los diseños, formas y funciones de aquellos juguetes que componían las ilusiones de los niños de aquellas épocas.


    Los que conocemos a José Luis sabemos bien del cariño y empeño que pone en conseguir, recuperar y restaurar piezas que, hoy en día, son casi reliquias, tanto por su valor económico, exclusivo y sentimental. Como pasa con todos los que coleccionamos, una colección es, al fin y al cabo, el interés, la afición de toda una vida. 


    Hay mucho de empeño y de cariño, como digo, en esta exposición. Y hay mucho de quererlo compartir con todo el mundo. Pues es precisamente el público de todas las edades el que acude y puede decir "Yo jugaba con estos coches allá por los 70" o "Este fuerte lo tuve yo" o "La de horas que jugué con el mecano en el cuarto de estar". Y volverá en ellos, por unos segundos, en estas fechas navideñas, la ilusión que les invadía en la Noche de Reyes, cuando soñaban con que Sus Majestades de Oriente visitarían sus hogares para regalárselos.Y las nuevas generaciones podrán ver los juguetes con los que se divertían nuestros padres y abuelos.


    Los coches y, por extensión, todo el mundo del motor, son los protagonistas indiscutibles de la exposición. Mundo que nos habla de la propia evolución de los modelos de automóviles, de las diferentes marcas, etc.











  También el mundo militar tiene su espacio en la exposición, especialmente la II Guerra Mundial y el ejército español.


Y, dentro de ese mundo, no podían faltar los famosos madelman.


El avión del Afrika Korps, inolvidable por En busca del arca perdida de Indiana Jones.




No podemos más que felicitar a José Luis por esta magnífica exposición, desearle nuevas compras para ampliar su ya amplia colección y pedirle que en el futuro organice nuevas exposiciones.


Estrella de Belén

  Brilla sobre el lago y la playa, estrella desde lejos



Tú, que en oriente fuiste iluminada por el Señor


La Estrella de Belén no lleva lejos, sino a casa






Los niños y los pastores te seguirán con gusto.


Estrella brillante, estrella brillante

Lejos en el oeste, Orión se apaga






El pastor que duerme cansado, el niño que duerme dulcemente


Despiértate con un maravilloso coro de voces.


Y así veamos una estrella gloriosamente brillante en el este

Popular sueca

martes, 17 de diciembre de 2024

Belén de Cuadrado Duque 2024

  Un año más, la constructora Cuadrado Duque de Guadalajara presenta su Belén de Playmobil:


Los organizadores se esmeran, como siempre, en la distribución de los espacios y las figuras, como es habitual, y como muestra de la tradición belenista alcarreña. Los Reyes Magos, con su séquito, y la particularidad de poner a Baltasar en un elefante:


    Aquí, una vista de cerca del portal de Belén. En este caso sigue la tradición de artistas del Renacimiento de situar la escena en unas ruinas antiguas:







O Leonardo Da Vinci:



Aquí, la anunciación a los pastores (perdón por el brillo):



Los organizadores del belén siempre ponen mucha atención en la representación de la ciudad (Belén o Jerusalén, más bien, por el tamaño, después de todo están cerca), con un puerto incluido:


Una cosa interesante de los belenes de Playmobil es que nos aportan ideas para escenarios. Aquí, las casas de la aldea:


Y más escenas de la parte romana:


Nuestras felicitaciones, un año más, para los organizadores.














domingo, 15 de diciembre de 2024

Un rey acaba de nacer (VII)

 Melchor toma la palabra:

-Traemos presentes para vuestro hijo.



-Yo traigo oro, pues este niño es un rey.
 Oro como rey.



Gaspar ofrece su presente:
-Yo traigo incienso, como adoración.
Incienso como Dios.


Y, por último, se adelanta Baltasar:
-Y yo, mirra, el presente más preciado de Oriente.
Mirra como humano.




    Y los tres sabios se postran ante el niño del establo y le adoran como Rey de los Reyes.