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lunes, 1 de septiembre de 2025

La huella de Curwood

 Estuve reflexionando este verano sobre la gran huella de James O. Curwood, el escritor y conservacionista americano.

 No solo sus libros, que han marcado mis veranos desde hace tiempo y los de varias generaciones. También por su implicación en la conservación de la naturaleza, en una época en la que la humanidad solo diferenciaba entre animales que se pueden comer y animales dañinos (y, en todo caso, un tercer grupo reducido de animales de compañía). 
    Curwood entró en contacto con las vastas y asombrosas tierras canadienses, muchas de ellas todavía sin explorar en aquellos finales del siglo XIX y principios del XX. El escritor descubrió todo un mundo que aprendió a amar y a difundir. Y así, descubrió que el verdadero patrimonio de la Tierra es la propia Tierra.


    Esa grandeza de las tierras vírgenes canadienses inspiró a Curwood para escribir numerosas novelas sobre la vida en el Gran Norte: la de los lobos y otros animales salvajes, los tramperos, los buscadores de oro, los aventureros, los cazadores. Mi novela favorita suya es, sin duda, Kazán, perro lobo.


    Curwood vivió, por lo tanto, en el mismo contexto que Jack London. Pero, a diferencia de su compatriota, las historias de Curwood presentan un carácter espiritual, una mirada llena de sentimiento que se distancia de la carga fatalista que demostró London, al menos en su última época.


    Pero tanto London como Curwood coinciden en su amor por los perros y los lobos, a quienes veían como seres indómitos que elegían si entregarse o no al dominio humano. Legado de Curwood y su amor por los animales es también la película El oso (Jean Jacques Annaud, 1988), basado en su novela El rey de los osos.


    Como ya señalé en su momento, Félix Rodríguez de la Fuente mostró ya su admiración por Curwood en El hombre y la tierra, en Canadá. Fue al conocer al trampero Jorg Hoffer y a su esposa Lizz




    En Canadá, Félix se vio inmerso en los impresionantes paisajes de ese país, también como parte del rescate de unas águilas.


    Sería en Alaska donde el gran naturalista español perdió la vida en el vuelo de una avioneta en 1980. No pudo cubrir la carrera de perros de trineo, la Iditarod. Fue su equipo, ya sin su líder, quien la grabó como último episodio de El hombre y la tierra.


   Félix conoció a Jacques Cousteau, que fue para el mar lo que el español fue para la tierra.


El naturalista francés nos mostró las maravillas del mundo submarino a bordo de su barco Calypso.


    Ambos fueron pioneros en los documentales de naturaleza. La huella de Félix y Cousteau para el conservacionismo es incuestionable. Y ambos siguieron la huella de Curwood.
    Pero no podemos olvidar a un tercer naturalista, también imprescindible: Gerald Durrell.
    

    Este escritor inglés, famoso por su novela autobiográfica Mi familia y otros animales, y sus secuelas, se implicó desde muy pequeño en la labor de salvar a los animales en peligro de extinción. Durrell viajó por todo el mundo capturando especies de animales para distintos zoos. Dotado de un gran ingenio e ironía, el escritor inglés se dedicó a contar sus experiencias por el mundo animal para financiar así sus proyectos. Disgustado por la falta de cuidados e implicación que existían en los zoos de su época, y cumpliendo su viejo sueño infantil, Durrell fundó su propio zoo en la isla de Jersey


    Sus métodos innovadores, sus logros en el salvamento de especies al borde de la extinción, llamó la atención de muchos naturalistas, que acudieron a Jersey a aprender con él. Este año, en el primer centenario de su nacimiento, es de ley rendir homenaje a Durrell y su admirable labor.
    La huella de Curwood es perceptible también en el mundo del cómic. Hugo Pratt homenajeó al escritor americano en su historia Por culpa de una gaviota, protagonizada por el más famoso de sus personajes: Corto Maltés. Para ello, se inspiró en El bosque en llamas, de Curwood.


    Jean Michel Charlier hizo lo mismo con Los buscadores de oro para su héroe del western Blueberry en El fantasma de las balas de oro.


    No me parece casualidad que la voz elegida para narrar la serie de David el gnomo fuese la misma que sustituyó a la de Félix en el citado episodio del Iditarod: la de Teófilo Martínez. El mensaje y espíritu conservacionista que transmiten las andanzas del gnomo más famoso de la ficción son continuadoras, sin duda, de la labor de Félix.


    David el gnomo es, a su vez, la adaptación de dos libros imprescindibles: Vida y obra de los gnomos y La llamada de los gnomos. En estos libros, obra de los holandeses Wil Huygen y Rien Poortvliet, se muestra, a través de la vida de estos diminutos seres, la necesidad de conservar este planeta y todo lo que en él vive, mucho antes de las locuras ecologistas del siglo XXI. En sus impresionantes ilustraciones, Poortvliet, el mejor artista de la naturaleza que ha existido, volcó todo su amor por los animales y los bosques.




    Pero no debemos olvidar que antes de todos ellos, antes de Curwood, un personaje descubrió ya las maravillas de la naturaleza y la idea de que todos somos parte de ella, que los animales son nuestros hermanos: San Francisco de Asís.


    Existe, sin duda, una línea que parte del santo de Asís, que pasa por Curwood y que llega hasta nuestros días. Y que le hizo ser el primer amigo de los animales.
    La labor de Curwood ha hecho que miremos con admiración a los lobos, como último refugio de la fuerza salvaje de la naturaleza, como también nos enseñó Félix ("Que el lobo viva donde pueda y donde deba vivir"). Que nos emocionemos ante la vida de otros seres más pequeños, como los castores. Que nos siga sorprendiendo el mundo salvaje de los grandes valles y montañas y que pongamos también nosotros nuestra propia piedra en la labor de la conservación de este planeta.



domingo, 1 de junio de 2025

El aceite del Santo Sepulcro

 Acre, 1271. Marco, Niccolo y Maffeo Polo desembarcan en la plaza fuerte de los cruzados en Tierra Santa. Allí son recibidos por Teobaldo Visconti, el legado papal. La Iglesia sigue a la espera de que los cardenales elijan al nuevo papa en un cónclave que está durando ya tres años. Los venecianos solicitan a Visconti el permiso para ir a Jerusalén a por aceite del Santo Sepulcro.


    Visconti se lo concede. Jerusalén está ahora en manos musulmanas de nuevo, desde el fracaso de la tregua del emperador Federico II tras la sexta cruzada. Los sarracenos controlan el acceso de los peregrinos a la basílica del Santo Sepulcro. Católicos, ortodoxos y armenios velan por el templo.


    Los sacerdotes bizantinos proporcionan a los Polo el preciado aceite que será el presente para el gran khan, además de ricos objetos de valor provenientes de Venecia.


    Cuando se dirigen hacia el norte, los Polo se enteran de que por fin han elegido un nuevo papa: el propio Visconti. Ha tomado el nombre de Gregorio X. Los venecianos se presentan de nuevo en Acre ante el nuevo pontífice.


    Gregorio X les entrega salvoconductos. Pero en cuanto a la petición de los 100 sacerdotes para el khan, resulta imposible, pues no hay tantos en Tierra Santa y se requieren sus servicios. El papa solo puede concederles dos frailes: Niccolo de Vicenza y Guglielmo de Trípoli.


El viaje hacia Cathay puede comenzar. Pero será largo, pues deberán recorrer la ruta de la seda.

domingo, 18 de mayo de 2025

Inicio del pontificado de León XIV

  Hoy ha tenido lugar la ceremonia de inicio del pontificado del papa León XIV. Como todos los papas cuando son electos, eligen la fecha de su coronación. Coronación que ya no tiene lugar desde Pablo VI, que eliminó el ritual de coronar a los pontífices con la triple tiara. Desde Juan Pablo I, la ceremonia se ha cambiado por una misa en la que se inicia oficialmente el pontificado del papa con la imposición a este del palio y el anillo del pescador.
    Antes de comenzar la ceremonia, el papa León ha recorrido la plaza de San Pedro en el papamóvil, la primera vez en su pontificado.


    A la ceremonia han acudido jefes de estado y de gobierno de todo el mundo, como en el funeral del papa Francisco. Esta vez, sí se ha cumplido lo que los periodistas vaticinaban (que no "vatiquinaban") sobre el protocolo, en el que se ha dado relevancia a EEUU y Perú, por ser los países de León XIV (de origen y de segunda nacionalidad) ¡Qué contentos tienen que estar por haber acertado! De este modo, han acudido el vicepresidente de EEUU, J.D. Vance, y la presidenta de Perú. De España han acudido los reyes. Tanto la reina Letizia como Matilde de Bélgica, María Teresa de Luxemburgo y Charlene de Mónaco han usado el "privilegio de blanco". No hay datos sobre qué papa permitió que las reinas de países católicos acudieran vestidas de blanco ante el pontífice, pero se sabe que se debe a una recompensa a esas naciones por haberse mantenido fieles a la Iglesia católica frente a la Reforma protestante. En esta imagen, los reyes de España saludan a los príncipes de Mónaco.


    Por parte de Gran Bretaña ha acudido el príncipe Eduardo, se sospecha que por la mala salud de su hermano, el rey Carlos III. También han acudido la reina Máxima de los Países Bajos y la princesa Victoria de Suecia. También se ha contado con la presencia del recientemente nombrado canciller de Alemania, Friedrich Merz, así como Ursula von der Leyen.
    La ceremonia ha comenzado con una visita de León XIV a la cripta de la basílica para presentarse ante el sepulcro de San Pedro. Este acto está cargado de simbolismo, pues, de este modo, el nuevo papa toma el relevo del primer pontífice de la Iglesia de Roma.


 Fuera, en la plaza, ante todos los invitados, asistentes y el mundo entero, León XIV ha celebrado la misa de inicio del pontificado.


    Durante la ceremonia le han sido impuestos el palio y el anillo del pescador. Este le ha sido colocado por el cardenal Tagle, uno de los papables de este cónclave.


    El anillo del pescador de cada papa es destruido cuando este fallece. Se funde y se realiza uno nuevo con la imagen de San Pedro, el nombre del papa y el escudo de este.


    En la homilía, el papa León ha clamado de nuevo por la paz. Ha recordado al papa Francisco y ha aludido a León XIII, en honor de quien ha tomado su nombre, como ya explicó. Tras la ceremonia, los jefes de estado y de gobierno han saludado a León XIV en el interior de la basílica. Aquí vemos a los reyes Felipe VI y Letizia en el momento de saludar al pontífice, a quien han animado a visitar España.



    Entre otros, el papa ha saludado también a Zelenski, con quien se reunirá en privado esta tarde para tratar sobre la guerra de Ucrania.


    ¿Veremos a León XIV reunirse con Zelenski y Putin, como el ficticio papa Kiril I en Las sandalias del pescador?


    El pontificado de León XIV arranca oficialmente, en medio de la incertidumbre ante un mundo en decadencia, digitalizado y en crisis, con varios conflictos y tensiones abiertas. Son muchos los retos a los que el nuevo papa tendrá que enfrentarse.

sábado, 17 de mayo de 2025

Las misteriosas abejas de Santorcaz

  Hace ya dos años fui al pueblo madrileño de Santorcaz, donde se rodó la serie Crónicas de un pueblo. Es un municipio curioso, con espacios donde parece haberse detenido el tiempo. Pero mi objetivo era un extraño elemento que se encuentra en la iglesia.


    La iglesia de Santorcaz data del siglo XIII, pero tuvo ampliaciones y reformas en siglos sucesivos. Está dedicada a San Torcuato, el cual dio nombre también al pueblo.  Este santo del siglo I d.C., que formaba parte de los llamados Siete varones apostólicos (enviados por San Pablo) es al que se atribuye la evangelización de la Bética y fue el primer obispo de Guadix. Y si tenemos en cuenta que Guadix fue la primera diócesis española, es muy posible que San Torcuato sea el primer santo hispano.


    La idea de siete obispos fundadores está presente también en la leyenda de las Siete Ciudades de Cíbola, la cual habla de siete grandiosas urbes fundadas en América por prelados que huyeron de la invasión árabe de la península Ibérica, en barco, a través del Atlántico. Pero eso es otra historia... aunque el número siete se repita.
    La gran antigüedad de Santorcaz, que posee un yacimiento celta, nos indica el culto ancestral que recibía ya San Torcuato, seguramente promocionado por el arzobispado de Toledo en época visigoda.
 El interior de la iglesia resulta majestuoso, con sus naves de grandes arcadas neoclásicas.


   Pero no era este majestuoso interior lo que yo buscaba. Pregunté al párroco por la sacristía y me la enseñó. Era muy lujosa, sin duda, pero no encontré lo que andaba buscando. El párroco me preguntó de qué se trataba exactamente. Le respondí: 
-Busco las abejas.
-¡Ah! Pero no están en la sacristía.
 Me guio hasta el retablo mayor, una admirable obra del Renacimiento. Me dijo que, en realidad, lo de las abejas no era algo muy llamativo. Dicho esto, se acercó a una imagen en relieve de Aarón, el hermano de Moisés, y giró una llave en una cerradura que se  encontraba a la derecha. Sí, era una puerta secreta. 


    El párroco la abrió, me invitó a entrar y encendió una luz. Me encontré en un estrecho espacio que parecía una catacumba paleocristiana. Tenía las paredes blancas y unas extrañas pinturas de decoración vegetal en el techo. Tenía todo el aspecto de ser un recinto de algún antiguo culto iniciático perdido.


    Entonces las vi: las misteriosas abejas de Santorcaz. El muro estaba dañado, pero las pinturas de los dos insectos se veían perfectamente, acompañadas por estrellas de David, no menos misteriosas.




    Hacía tiempo que había leído en un libro de  la presencia de estas enigmáticas pinturas en la iglesia de Santorcaz, aunque yo había entendido que se encontraban en la sacristía. Nadie sabe quién las hizo ni cuando ni por qué. García Atienza las relacionaba con algún culto ancestral desaparecido o como una alegoría de la propia religión en sí. Según comentaba este investigador valenciano, a quien debemos, junto a Sánchez Dragó, el redescubrimiento de la España mágica, las abejas han sido admiradas desde la antigüedad por líderes y pensadores políticos y religiosos. La idea de una abeja reina que es fuente de vida del resto de la comunidad y que esta es controlada por aquella ha despertado la atención de muchos a lo largo de los siglos. García Atienza llegaba a preguntarse si las religiones y las monarquías pudieron surgir a partir de la observación de estos animales: el ser regio y sagrado que produce la vida y que controla los destinos del resto.
    Lo cierto es que las abejas están asociadas a varias religiones antiguas. En Egipto estaban ligadas al dios Ra. Los jeroglíficos egipcios nos muestran el valor que se daba a estos insectos.


    Para los griegos, las abejas eran seres psicopompos, como los buitres para los celtíberos. Es decir, podían llevar las almas de los difuntos al Más Allá. Durante la Ilustración se señaló a las abejas como seres que respondían a un orden, por lo que encajaban con la idea de la razón de los ilustrados. Es por ello que en el siglo XVIII se difundió mucho la apicultura. El propio Napoleón incorporó las abejas a su escudo por esa idea del orden.



    García Atienza contaba que cuando visitó la iglesia de Santorcaz descubrió una gran colmena en el mismo templo. Le sorprendió que nadie la hubiese retirado, lo que le hizo pensar en la idea de que hubiese un deseo de mantener un culto apícola, asociado a la sacralidad del lugar, y que eso lo unía con las misteriosas pinturas.
    ¿Por qué están estas abejas decorando un muro oculto detrás de un altar? ¿Quién las pintó? Nadie lo sabe. Las estrellas de David podrían ponernos en guardia: ¿las pintaron los judíos? No deja de ser extraño que la puerta secreta del retablo que da a este enigmático espacio esté precisamente en la imagen de Aarón, el primer sumo sacerdote de Israel ¿Qué secreto esotérico encierran? Seguramente, nunca lo sabremos.



lunes, 12 de mayo de 2025

La imborrable huella del cristianismo en el cine (IV)

  Volvemos a esta sección para comentar otras escenas que tienen mucho de inspiración (aunque sea indirecta) en los evangelios. 
    En la versión de Robin Hood de Disney (1973), una pareja de ratones que vive en la iglesia de Notingham le entrega una moneda al fraile Tuck como ayuda a los pobres. La ratona se la presenta al fraile con estas palabras:
-Hemos estado ahorrando esto. No es mucho... pero tómela para los pobres.


El fraile Tuck, emocionado y agradecido, dice:
-¿Que no es mucho? Oh, mi querida hermana, nadie ha dado más que esto.
    Esta escena repite claramente el momento en el que una viuda entrega dos monedas en la caja  del dinero del Templo. Jesús les dijo a sus discípulos: "Esa viuda ha dado mucho más que todos: los demás han dado lo que les obra. Ella ha dado todo lo que tiene".



    Tampoco pasa desapercibido cierto detalle de la escena final de La bella y la bestia (la de 1991, o mejor dicho, la buena). 


    La escena en la que la Bestia se transforma en príncipe tiene mucho de la Resurrección. Por la espectacularidad y por el hecho de que en ese momento el monstruo estaba prácticamente muerto por la puñalada de Gastón. Es Bella la que lo hace "revivir" al decirle "Te amo", rompiendo así el hechizo (y, al mismo tiempo, invirtiendo los papeles tanto de Blancanieves como de La bella durmiente). Aunque ninguno de los cuatro evangelios narra la Resurrección en sí (para eso habría que acudir a la sobrenatural descripción que se realiza en el Evangelio apócrifo de Pedro) no es nada raro ver ese paralelismo, con una música triunfal incluida.


    Bella, como testigo de esta transformación, juega, así, el papel de María Magdalena cuando se encuentra con Jesús resucitado. En la película, la joven no solo se asusta ante el hecho sobrenatural, sino que no reconoce al joven príncipe en el que la Bestia se ha transformado. Él dice:
-¡Bella! ¡Soy yo!
    Solo cuando Bella mira a los ojos del príncipe, la única parte no cambiada de cuando era monstruo, la muchacha dice emocionada:
-¡Sí! ¡Eres tú!
    La confusión de María Magdalena es similar, pues no reconoce a Jesús al principio (la famosa escena conocida como Noli me tangere, "No me toques").


    La discípula cree que se trata del hortelano. Por eso, muchas veces, en el arte, al representar esta escena, Jesús aparece vestido de hortelano o con una azada. Benítez solucionaba esta escena en Caballo de Troya indicando que el hortelano que trabajaba junto al sepulcro, que ayuda a los discípulos a enterrar a Cristo, tenía unos rasgos y estatura similares a este. Solo cuando Jesús la llama por su nombre, María descubre que es Él. 
    ¿Qué vio María Magdalena? ¿Era una extraña manifestación de Jesús? No parece haber una explicación por parte de la teología para esta misteriosa escena del evangelio. Pero no hay duda que su misterio y fuerza han inspirado mucho, como se puede comprobar.










viernes, 9 de mayo de 2025

Habemus Papam

   Todo el mundo seguía ayer el cónclave desde su inicio el día anterior. Se preveía que no saliera elegido un papa en las dos primeras votaciones de la mañana. Y así fue. La fumata negra anunciaba que los cardenales no habían llegado todavía a un acuerdo. La incógnita fue por la tarde. Si la primera votación vespertina del cónclave seguía sin elegir papa, no habría fumata negra o blanca hasta la segunda. Pero sí habría blanca si era elegido en esa primera votación. Y así fue. La fumata blanca aparecía hacia las 18:07 de la tarde, para entusiasmo de periodistas y de todos los congregados en la plaza de San Pedro. Con una familia de gaviotas que se convirtió en el emblema de este cónclave.


    A la fumata blanca le siguió una hora de intriga, con los periodistas de nuevo sin poder saber NADA. Pobres... Y yo con la nostalgia del último cónclave, el de 2013, cuando en la tarde del 13 de marzo, cuando ya había oscurecido, la guardia suiza y el ejército italiano, símbolos de la unidad entre los dos estados, desfilaron como ayer.


    Todo giraba aquella semana de 2013 en torno a San Francisco de Asís, mi héroe, por la experiencia de las prácticas. Prácticas que terminaron ese mismo día. Un día en el que el nuevo papa tomó el nombre de Francisco ¿Casualidad?
    Y ayer, tras esa hora, las puertas del balcón de San Pedro se abrían por fin ante el grito de la multitud. El cardenal protodiácono Mamberti anunciaba el tradicional "Habemus Papam" y el nombre del elegido: Robert Francis Prevost. Y que tomaría el nombre de León XIV.



    Poco después, mientras los periodistas comentaban quién era, y que no estaba en las quinielas (normal), el nuevo papa hacía su primera aparición en el balcón.


    Prevost rompía las encuestas. Ni Parolin ni Tagle ni Zuppi ni Pizzaballa (que era mi candidato) habían conseguido la silla de San Pedro.
    La segunda sorpresa fue que el nuevo pontífice apareció con la muceta, la estola y la cruz dorada, cosa que no se había vuelto a hacer desde Benedicto XVI en 2005 ¿Marca esto distancias con el papa Francisco? Para algunos, León XIV es un continuador de este, por su preocupación con los pobres por su labor en Perú (cuya nacionalidad posee junto con la estadounidense de nacimiento). Y se sabe de la buena sintonía con el fallecido pontífice.


    Para otros, León XIV supone un regreso tanto a Juan Pablo II como a Benedicto XVI, por una mayor seriedad y formalidad, como demostró con su discurso leído.
    Vayamos ahora con los records de este papa:

1. Es el primer papa de EEUU.
2. Es también el primer papa peruano, pues ya hemos dicho que posee doble nacionalidad.
3. Es el primer papa con el inglés como lengua materna desde el inglés Adriano IV en el siglo XII.
4. Es el primer papa agustino.
5. Es el segundo del continente americano, después de Francisco.
6. Es el primero de Norteamérica.
7. Es el primero de ascendientes españoles (concretamente de León) desde Alejandro VI en el siglo XVI.

    La elección del nombre de León lleva a León XIII, el papa que comenzó a preocuparse por la cuestión social en un mundo en constante cambio, marcado por la 2ª revolución industrial. 


    Este papa, cuyo pontificado es el tercero más largo de la historia con 25 años, escribió la encíclica Rerum Novarum. Es también el primer papa que fue filmado.


También es el nombre de León I, el papa que se enfrentó a Atila e impidió que entrara en Roma. Esto indica la fortaleza de la Iglesia.


    También es el nombre del fraile fiel que seguía a San Francisco en sus momentos místicos.



 ¿Qué retos tiene el nuevo papa? Muchos. Para empezar, dentro de la propia Iglesia, con el saneamiento de las cuentas vaticanas, la situación de la Iglesia en Alemania (parecida situación a la que había en Perú, que Prevost solucionó). Las guerras de Ucrania, Gaza y Pakistán. Sus primeras palabras han sido "Paz". Los retos de León XIV no han hecho más que empezar.