Soldados escoceses jacobitas (II)

  Volvemos a Escocia, al siglo XVIII, a las Guerras Jacobitas, para aportar un gaitero a nuestros soldados escoceses:

Buhonero del oeste

     Zachary Goldberg es un buhonero que recorre el oeste vendiendo herramientas, enseres y baratijas por pueblos y campamentos indios:

Dejemos que Zachary nos muestre su mercancía:

    Zachary espera sacar buenas pieles en este campamento indio a cambio de piezas y objetos. Cafeteras, cazuelas y tazas llaman la atención de los indios:

    El hombre medicina de la tribu se ve atraído por el espejo que le muestra Zachary. Debe tratarse de alguna magia de los rostros pálidos:

El buhonero pide a cambio tres pieles de castor:

Los vándalos en África

   Siglo V d.C. Tras saquear e instalarse en la Galia y en Hispania, Genseric, rey de los vándalos, cede esta a los visigodos y mira hacia el sur: al norte de África. El rey vándalo llega en el momento propicio, pues Bonifacio, el gobernador romano de la diócesis de África (recordemos que diócesis eran cada una de las divisiones administrativas del imperio romano desde Diocleciano), mantiene una lucha contra las tropas del emperador Valentiniano III, contra el que se ha rebelado. El gobernador pide ayuda a los vándalos. Pero cuando Genseric y sus hombres llegan a suelo africano Bonifacio ya ha firmado la paz con el emperador y ya no requiere sus servicios. Pero los vándalos piensan cumplir con lo que se han propuesto: construir un reino en el Mediterráneo y nada se lo va a impedir...

    La idea partía de imaginar el aspecto de los vándalos una vez vencido a los romanos e instalados en África. Por eso se me ha ocurrido incluir la piel de leopardo como forma de "tomar terreno":

Horno banal

   Los aldeanos llevan a hacer su pan al horno banal: el horno del feudo. Para usarlo deben pagar un impuesto (banalidad) al señor:

Batalla de Wagram

     Wagram (Austria), 1809. Napoleón quiere vengar la derrota sufrida en Essling. Semanas después, el ejército francés acampa a orillas del Danubio:

    El emperador pretende atacar al ejército austriaco en el pueblo de Aderklaa. Mientras se ultiman los preparativos, los soldados descansan en el campamento:

Napoleón se dispone a dar las órdenes pertinentes, seguido por sus mariscales:

Tienda de los Strawfield

     Aunque no puede compararse con la magnífica tienda que nos mostró Neperiano allá en su día, he intentado recrear una tienda del oeste con algunas piezas aportadas por el saloon y que aportan mucho a este establecimiento. Ya vimos una tienda similar, la de Elmer McKenzie en Stanford Falls, en el contexto de los buscadores de oro. La que presentamos a continuación se encuentra en Silver Range y la regenta la familia Strawfield:

La orden de liberación

       Escocia, 1747. Este rebelde jacobita ha estado encerrado en prisión desde el final de la revuelta. Pero su esposa ha logrado una orden de liberación del gobernador:

El prisionero se reencuentra con su esposa, su hijo y su perro:

Desfile triunfal

     Este general ha vuelto victorioso de la campaña de Britania y entra en Roma con un desfile triunfal:

    El general conduce una cuádriga y es aclamado con fervor por la multitud. A su lado, un esclavo le pone una corona de laurel y le dice: "Recuerda que solo eres un hombre".

Para la plebe, un desfile triunfal es todo un acontecimiento:

En busca del rey Arturo histórico (IX)

  El rey Arturo histórico ha de tener también una reina Ginebra a su lado. La Ginebra histórica no puede lucirse en los lujosos salones del Camelot legendario, así que tendrá que conformarse con la fortaleza de piedra y madera de Cambria: la Gales de los siglos V-VI:

     Esta Ginebra de Playmobil está inspirada en la Ginebra que interpretó Lena Headey en la miniserie Merlín (1998):

Aunque Ginebra será siempre para mí Cherie Lunghi en Excalibur (1981):

    En las leyendas artúricas, Ginebra es hija del rey Leodegrance de Cameliard. Bernard Cornwell hace a Ginebra hija del rey Leodagán de Llenys, en el norte de Gales, en sus Crónicas del señor de la guerra. En ellas, Ginebra aparece como una princesa frívola, amante del lujo y devota de la diosa Isis. En la tercera entrega de la trilogía, el personaje tiene una evidente redención.

    En los primeros poemas galeses en los que se habla de Arturo, Ginebra aparece como "Gwenhwyfar" y en ella hay atributos de diosas celtas.

    Ginebra, como esposa de un dux bellorum, tiene algunas comodidades en esta fortaleza, aunque como el resto de sus habitantes debe estar también en guardia en aquellos tiempos oscuros:

Soldados y guerrilleros españoles

    Dentro de las Guerras Napoleónicas volvemos a la Guerra de Independencia Española para ver algunos soldados y guerrilleros que resistieron al invasor francés. 

    En esta imagen, de izquierda a derecha: un fusilero del Regimiento Borbón, un brigadier y un guerrillero castellano:

Aquí, un guerrillero aragonés, un voluntario de Zamora y un voluntario catalán:

    Y, por último, un granadero del Regimiento de Mallorca; un guerrillero castellano y un cura. Quizá se trate del Cura Merino o uno de tantos sacerdotes que se unió a los guerrilleros:

La pista de la Aurora

     Al día siguiente, Holmes pone en marcha el plan que trazó ayer, frente al local de Mordecai Smith. Llama a uno de sus ayudantes: los muchachos de Baker Street. A cambio de tres chelines, Holmes le encarga que encuentre la Aurora: la lancha en la que parece haber huido el asesino. Debe informarle en cuanto la lancha regrese:

    Holmes le informa a Watson de sus sospechas: Jonathan Small es el hombre de la pata de palo y, en cuanto a las misteriosas huellas, pertenecen a un nativo de las Islas Andamán. Tal como ha leído, dichos nativos son de baja estatura, como niños, y son hábiles con las cerbatanas. No hay duda.

    Horas más tarde, el muchacho de Baker Street informa a Holmes: han encontrado la Aurora. Al caer la noche, Holmes decide ir al río disfrazado:

    Al día siguiente, Watson recibe al inspector Jones en Baker Street. El inspector comenta que ha llegado a la conclusión de que Tadeus Sholto es inocente. Watson sonríe al pensar que Jones ha tardado dos días en averiguar lo que Holmes supo desde el principio:

    En ese momento regresa Holmes. Su búsqueda ha dado resultados. 

    Solicita a Jones una lancha de la policía sin señales identificativas y dos agentes para mañana a las ocho en el muelle de Westminster Stairs. Sorprendido e intrigado, Jones acepta. 

La industria ballenera

 

    Finalmente, la ballena se detiene. La chalupa avanza hacia ella: está muerta. 

    El gigante del mar es amarrado al costado del Buenaventura bajo la supervisión de Sebreño. Ahora solo queda regresar al puerto:

El Buenaventura atraca en el puerto de Llanes. Allí, los balleneros despiezan la ballena:

Los trozos de grasa cortados son llevados para ser fundidos al barrio ballenero:

    Los trozos se ponen en ollas que son colocadas en fundidoras de piedra o ladrillo. Para leer sobre todo el proceso de la caza y aprovechamiento de las ballenas recomiendo el libro Vida y muerte de las ballenas de Yves Cohat.

    Terminado el proceso, el aceite obtenido se vierte en toneles. Estos estarán listos para ser transportados a los mercados.