domingo, 22 de enero de 2023

La aventura de Francisco de Orellana

     Hablar del Amazonas no es solo hablar del río más largo del mundo: es hablar de Francisco de Orellana, su descubridor.





    No puedo recrear toda la historia con Playmobil, pues sería difícil formar unos indios amazónicos. Tampoco existen mujeres con el torso desnudo, ni blancas ni indias. Por eso, solo he compuesto algunas escenas de la expedición.
    Natural de Trujillo (Cáceres), participó junto a su paisano Francisco Pizarro en la conquista de Perú. En 1540, Gonzalo Pizarro, gobernador de Quito y hermano del conquistador, se ve atraído por dos leyendas difundidas por los indios: la del País de la Canela y la de El Dorado. Organiza una expedición en su busca y Orellana se une a ella. Tras cruzar los Andes, los expedicionarios necesitan provisiones:




     Orellana y cincuenta hombres deciden construir barcos (yo he preferido poner balsas) para navegar por el río Coca y buscar provisiones. Gonzalo Pizarro accede:


    Los rápidos del Coca les arrastran río abajo. Resulta imposible remontarlo. Así, pierden el contacto con el gobernador y el resto de la expedición. Orellana toma una decisión: él asume la autoridad en nombre del emperador Carlos I. Si no pueden volver atrás, tendrán que seguir el río a donde les lleve. El padre Gaspar de Carvajal, el capellán dominico de la expedición, encomienda su suerte a Dios:



    Orellana y sus hombres llegan al río Napo, de ahí a los ríos Trinidad y Negro y, finalmente, a un río enorme. Los españoles se quedan asombrados ante el espectáculo verde a su alrededor:


    Exploran las orillas de este vasto río. El padre Carvajal recoge en su diario las maravillas que van encontrando:


    La inmensa selva les proporciona provisiones, pero también alberga peligros. Se ven atacados por indios hostiles, pero también por animales peligrosos: serpientes, tarántulas, caimanes, etc.





    Los expedicionarios se ven atacados por unas misteriosas mujeres guerreras. Orellana las identifica con las amazonas de los mitos grecorromanos. Carvajal describe así a estas mujeres:

"Estas mujeres son muy blancas y altas, y tienen muy largo el cabello y entrenzado y revuelto a la cabeza, y son muy membrudas y andan desnudas en cueros tapadas sus vergüenzas, con sus arcos y flechas en las manos, haciendo tanta guerra como diez indios".



    Hay quienes creen que estas amazonas eran en realidad indios con el pelo largo, pero es imposible. Carvajal insiste en que eran mujeres y, al estar tanto indios como indias con el pecho desnudo, sería imposible confundirlos. En honor a estas mujeres guerreras, Orellana bautiza a este enorme río con el nombre de Amazonas
    Gonzalo de Pizarro regresa por su cuenta a Quito. Orellana y sus hombres continúan descendiendo el Amazonas. Finalmente, el 24 de agosto de 1542, tras dos años de expedición, llegan a la desembocadura, en el Atlántico:



    Orellana y sus hombres gritan de alegría. Unos días después alcanzan la isla de Cubagua (Venezuela) ¡Están salvados! El trujillano firma una página más en la gran aventura española en América. Ha descubierto todo un mundo. Un paraíso que fascina y sigue fascinando hoy.








4 comentarios:

  1. Me quedo con la composición que hiciste de Orellana y sus hombres avanzando entre la selva.

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    1. Me vendrían bien más árboles de selva para hacer más espesura.
      La película de Herzog de Lope de Aguirre sigue siendo mi inspiración, aunque no salga Orellana

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    2. Hay mucha leyenda en torno a la realización de ese film, también documentales. Hubo más que palabras entre Kinski y Herzog. Fitzcarraldo también es tremenda.

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    3. Fitzcarraldo me falta por ver. He visto también El enigma de Kaspar Hauser y Cobra Verde

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