6 de octubre de 1492. Los tres barcos han recorrido ya 800 leguas desde que partieron de España y no han encontrado la tierra que Colón les ha prometido. Las tripulaciones comienzan a impacientarse y a murmurar.
Martín Alonso Pinzón solicita subir a bordo de la Santa María:
Discute con Colón y Juan de la Cosa el recorrido del viaje. Los hombres de la tripulación están inquietos y pueden provocar un motín si no encuentran tierra.
Colón accede a la petición de Pinzón: irán rumbo suroeste a partir de ahora. Pero esto no es suficiente y los marineros amenazan con la rebelión el 10 de octubre:
Colón les pide que confíen en él y que tengan paciencia porque está seguro de que la tierra está ya cerca. Los marineros confían más en los Pinzón que en el genovés. Colón promete una recompensa de 10000 maravedíes y un jubón de seda al primero que aviste tierra.
Así, logra calmar a la tripulación.
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