sábado, 25 de marzo de 2023

Getsemaní

 

   Después de la cena, el nazareno se retira al huerto de Getsemaní a orar. Pedro, Juan y Santiago le acompañan, pero pronto caen dormidos:



  ¿Cuántas cosas pasarán por la cabeza del nazareno? Sabe que va a morir. Queda poco tiempo. Muchos sentimientos llegan y respira con dificultad.
-Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz...



Se vuelve hacia sus discípulos:
-Pedro, Juan, Santiago... ¿No habéis podido velar una hora conmigo? El espíritu está próximo, pero la carne es débil...


Entonces, se escucha un murmullo aproximarse al Getsemaní. Judas, que se ofreció a entregar al nazareno al Sanedrín, llega acompañado por una turba de guardias del Templo. Llevan lanzas, antorchas y linternas. Judas les dice:
-Al que yo bese, a él cogeréis.
Los discípulos se despiertan y se levantan sorprendidos:


Judas saluda al nazareno y le besa en la mejilla.
-Judas ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?-dice muy serio el nazareno.


Pedro grita furioso y se abalanza alzando una espada, pero el nazareno le detiene:
-¡Envaina tu espada, Pedro! Pues aquel que se sirva de la espada, a espada morirá.


El nazareno se dirige a los guardias:
-Me visteis predicar en el Templo y no extendisteis las manos contra mí ¿Por qué venís ahora de noche a prenderme como a un ladrón? Pero esta es vuestra hora y el poder de la tinieblas.


Los guardias cogen preso al nazareno y se alejan del Getsemaní. Los discípulos huyen ¿Qué pasará ahora?











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