Este año que ya termina me ha traído lo que no pensé que conseguiría: mi regreso junto a los alumnos del IESO Aries XXI de Valdeluz. Y, aunque el regreso viene con cosas muy difíciles y enfrentarme de nuevo a mis enemigos (es la II Guerra de Valdeluz), doy las gracias por este reencuentro. Y ahora, en Navidad, agradezco todavía más al Niño nacido para humana redención poder permitirme evocar aquellos momentos. Y esta vez, con la gente que los viví. Gracias por este regalo.
¡Navidad! "Navidad, que con dulce cantar te celebran las almas que saben amar", como cantaba el disco de El Consorcio en aquellas Navidades doradas de los 90.
Porque la puerta al pasado que se nos abre por Navidad nos lleva a la ilusión ¡Oh, ven, ilusión de la Navidad, cuando llego a la calle Almazán!
Enciende las luces del árbol del parque de la Arboleda, ya que los de San Pedro y los de Mariano Granados fueron talados.
Déjame contemplar de nuevo los bosques nevados de Piqueras y Duruelo.
Y así, ilusión de la Navidad, vuelvan una vez más los recuerdos navideños, las personas que ya no están con nosotros y todo cuanto nos regalas cada año.
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