lunes, 30 de abril de 2018

El estudio de Rubens (con Playmobil)


  Peter Paul Rubens fue uno de los grandes pintores del barroco, el más cotizado de su época y uno de los pocos artistas que fue millonario en vida. Llegó a acumular una de las fortunas más grandes de Europa y gozó de una vida tranquila en su residencia-estudio de Amberes, además de cumplir funciones diplomáticas para distintos monarcas europeos. Hoy sigue siendo una de las figuras más importantes y veneradas en Bélgica:


  Aunque fue denostado por algunos artistas en siglos posteriores, por sus escenas forzadas y repetitivas, Rubens sigue siendo reconocido por su dominio de la anatomía, la luz y el color, que marcaron un antes y un después en la pintura occidental.
   Rubens desarrolló toda una empresa, casi al estilo de Walt Disney. En su estudio, el pintor flamenco diseñaba en bocetos lo que quería que sus discípulos y ayudantes trabajasen luego sobre el lienzo. Rubens retocaba más tarde las caras y otros detalles y firmaba la obra. Así, salieron de su taller miles de encargos que eran solicitados desde varios puntos de Europa:



  En su estudio, Rubens (con sombrero negro) le muestra a un cliente el boceto del cuadro que le ha encargado: un retrato de su esposa. Una criada se encarga de vaciar un cubo de agua y disolventes usados:


   En el estudio de Rubens trabajan algunos jóvenes flamencos que se convertirán también en artistas famosos, como Anton Van Dyck y Jakob Jordaens:




  Este ayudante se encarga de mezclar los aceites, aglutinantes y pigmentos en una mesa de trabajo:



 Ante un caballete, Van Dyck ultima, a petición del maestro, el cuadro de la Adoración de los Magos. Un representante del ayuntamiento de Amberes, la institución que ha encargado el cuadro, admira la obra casi acabada:





  Al fondo, una estantería con enseres para el trabajo en el estudio. Sobre la mesa, un cuenco con fruta para practicar la naturaleza muerta. Rubens insiste mucho en que sus alumnos y ayudantes trabajen con modelos reales. Me gusta mucho el efecto de la ventana de vidrio, lástima que solo tengo una:



   También sobre la mesa están los bocetos del artista, pendientes de que se trabaje a partir de ellos para futuras composiciones:


   Dos discípulos trabajan a partir del boceto que les ha entregado Rubens para componer El juicio de Paris, un encargo del rey Felipe IV de España:












2 comentarios:

  1. Una entrada muy chula. Con ese taller lleno de obras de arte. El que esté por Madrid o pase, que se acerque al Prado a la exposición que hay ahora de Rubens. El maestro de los bocetos, efectivamente. Un precursor de la pintura “industrial” y que en su época era un auténtico hombre de negocios de éxito…. además de un estupendo pintor, como bien cuentas. Me ha gustado mucho, me gustaría hacer una interpretación un día de estos. Un saludo

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  2. Muy cierto
    Gracias a ti como siempre
    Saludos

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