Los británicos y otros europeos no dudan en que el hombre que descubrió las fuentes del Nilo Azul fue el escocés James Bruce de Kinnaird en el siglo XVIII. Pero ignoran que fue en realidad un español: Pedro Páez Jaramillo.
Este sacerdote jesuita era natural de Olmeda de las Fuentes, provincia de Madrid:
En esta localidad se puede ver una placa dedicada a Páez:
Y un panel donde se narra su historia:
En 1585 la Compañía de Jesús envía a Páez y a Antonio de Montserrat, a quien ya vimos explorando el Tíbet, a una misión en Etiopía. Parten desde la base jesuita de Goa, en la India. A su paso por Yemen, son hechos prisioneros por los piratas del mar Rojo. Tras siete años de cautiverio, son liberados y regresan a Goa. Allí, Montserrat muere. Páez, por su parte, intenta de nuevo zarpar hacia Etiopía.
En 1603 consigue llegar a Fremona: la base jesuita en Etiopía. El misterioso reino cristiano de África, que ha atraído a griegos, romanos y portugueses, es un territorio que los reyes de España quieren ganarse para la causa católica y, así, tener un aliado africano para combatir a los berberiscos. Ataviado con ropajes del desierto, Páez llega a Dankaz, la corte del negus (emperador) de Etiopía: Za Dengel. Su objetivo: convertirlo al catolicismo.
Za Dengel ofrece a Páez una extraña bebida. Tiene un color marrón muy oscuro y le aseguran que ayuda a evitar el sueño. Páez no sabe que es el primer europeo que prueba el café:
Una vez convertido el emperador al catolicismo, estalla la guerra civil, pues los etíopes se niegan a abandonar la fe ortodoxa etíope. Za Dengel muere en 1604 en medio de una batalla y sus rivales proclaman a Susinios como sucesor. El nuevo emperador acoge a Páez y le concede tierras para fundar una misión.
Páez acompaña a Susinios en un recorrido por las provincias del reino. Los portugueses creen que esta es la mítica tierra del legendario Preste Juan. Páez contempla maravillado las sabanas, los animales y plantas que encuentra. Los anota en su libro Historia de la Etiopía.
En abril de 1618, Páez llega al lago Tana ¡y de este ve discurrir el Nilo!
Páez escribe: "Está la fuente casi al poniente de este reino, en la cabeza de un vallecito, y no parecían más que dos ojos redondos de cuatro palmos de largo". Del mismo modo, añade: "Y confieso que me alegré de ver lo que tanto desearon ver antiguamente el rey Ciro y su hijo Cambises, el gran Alejandro y el famoso Julio César".
Páez cree que ha descubierto las fuentes del Nilo. Y en realidad, es una de ellas, pues es el Nilo Azul, que se une en Sudán al Nilo Blanco y juntos forman el Nilo.
El jesuita español ha añadido una página más a la historia de la exploración mundial. Esperemos que esa página no caiga en el olvido.
Lo desconocía. Que interesante e instructivo como todos tus post.
ResponderEliminarSaludos!!
Gracias. Me alegro que os guste.
EliminarQue poquita estima nos tenemos como país y cómo no vende a milonga cualquiera que viene de fuera.
ResponderEliminar¡ Gran entrada !
Por eso hay que reivindicar nuestra historia ¿Sabes que hay un proyecto para un monumento a los Tercios en Madrid con diseño de Ferrer Dalmau? Ya verás qué poco tardan en paralizarlo cierta gente...
EliminarSi, creo recordar que son 4 figuras. No lo van a paralizar porque es una iniciativa privada. Yo he contribuido, también en la estatua que hicieron de la Legión. Almeida no tendrá problema en colocarla una vez que esté acabada.
EliminarPues eso es lo triste: la iniciativa pública no se encarga de reivindicar nuestra historia.
EliminarY cómo se contribuye? Lo digo para otra vez
https://www.lanzanos.com/proyectos/monumento-a-los-tercios-una-pica-en-la-castellana/
EliminarGracias!
Eliminarhttps://www.abc.es/cultura/cultural/abci-descubrimiento-espanol-fuentes-nilo-201804240128_noticia.html
ResponderEliminarYo descubrí este episodio hace unos años. Y el año pasado visité Olmeda de las Fuentes, donde Páez nació. Allí sí que le recuerdan, como muestro en las fotos. Es una historia digna de película.
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