jueves, 20 de marzo de 2025

STOP Leyenda Negra (XIII)

    Todos hemos visto estos días la tontería por parte del gobierno de México por conmemorar la muerte de Cuatemoc, el último emperador azteca. Teniendo en cuenta que aquí, en España, la cosa está en conmemorar la muerte de Franco, no hay duda de que hay un espíritu subnormal que posee a la izquierda internacional... 
    Como siempre, vamos a ir por partes. La locura antiespañola que está viviendo México desde la llegada al poder de López Obrador, y ahora con su sucesora Sheinbaum, no solo debería analizarse a nivel sociológico, sino ya directamente a nivel psiquiátrico.



 Ya hablamos de lo absurdo y antihistórico que supone pedir perdón ahora en 2025 por la conquista española de México, pero, ya que tratamos de nuevo el tema, vamos a dejarlo bien clarito, nivel LOMLOE:

1. No tiene sentido pedir perdón por algo sucedido hace 500 años. De la misma manera que Italia no tiene que pedir perdón a España por la conquista romana.
2. El imperio azteca del siglo XVI ya no existe como estado. El actual estado mexicano surgió a principios del siglo XIX. 
3. Dicho estado mexicano actual NO es heredero del imperio azteca. No ha heredado ninguna de sus instituciones ni estructuras. Desde el momento en el que se convirtió en el virreinato de Nueva España, se rompió con el estado anterior. De quien es heredero el estado mexicano es de ese virreinato y fue fundado por criollos (descendientes de españoles), como el resto de naciones hispanoamericanas, y para criollos: los indios fueron marginados, como ya señalamos.
4. El rey Juan Carlos I ya pidió perdón de manera simbólica en 1990, como ya se indicó.

    En resumen, la locura indigenista acomplejada que invade a estos dirigentes es una pura propaganda y además absurda. Carece de sentido, es totalmente antihistórica y atenta, además, con los propios principios laicistas de los que la izquierda tanto presume. En otras palabras, ver la escenita de hace unos días del ritual indígena realizado por Sheinbaum es una contradicción y una apropiación cultural. Ni Sheinbaum es de origen indígena ni estos necesitan que nadie les defienda. Y menos aún los descendientes de los creadores de un estado que les marginó.



    El numerito es uno más de la locura identitaria woke que ataca la sociedad y la cultura de los países occidentales, en lugar de atacar a sociedades y "culturas" que realmente van contra todo lo que esa gente defiende. En fin, lo mismo de siempre...
    Pero hablemos ahora de Cuatemoc. Conmemorar su muerte por parte de los mexicanos resulta igual de absurdo que si lo conmemorásemos nosotros. Ni ellos ni nosotros somos descendientes de aquel pueblo. Los aztecas ni siquiera eran mayoría en el antiguo imperio azteca. Tras el breve reinado de Cuitláhuac, tras la muerte a su vez de Moctezuma, llegó al trono Cuatemoc.


    Un año después de la Noche Triste (1520), Cortés regresó a Tenochtitlán con sus hombres y con sus aliados nativos. El gobierno de Cuatemoc en el período entre la evacuación de los españoles y el regreso de estos resultó ser de total incapacidad. Tras la victoria española, el emperador fue capturado por Cortés. La idea de la tortura a la que fue sometido para revelar dónde se encontraba el oro es muy discutida hoy en día. Sí podemos señalar sin duda la ejecución de Cuatemoc en la horca porque se le acusó de confabular un complot contra Cortés.
    Fue a finales del siglo XIX cuando el "despertar" nacionalista de la dictadura de Porfirio Díaz rescató el personaje de Cuatemoc como exaltación nacional en México.


    Como ya comentamos, la locura de López Obrador-Sheinbaum les lleva a odiar a España, país del que descienden, y no a EEUU, país que les robó medio país. Si Trump es la encarnación del mal para estos países hispanoamericanos con gobiernos de izquierda ¿por qué caen servilmente ante él entregándoles a todos los narcos que les pide? ¿Cómo un país con índices de corrupción bestiales, con una inseguridad abismal y con la presencia del narcotráfico en todas las instituciones no tiene otra cosa que hacer que reivindicar un pasado indígena que ellos rechazaron y pedir cuentas a un estado soberano que está a miles de kilómetros? Síntomas de la locura identitaria y de la decadencia absoluta. 







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