La Orden Teutónica en España

  Los caballeros teutónicos, a quienes ya vimos derrotados en Polonia,  tuvieron también presencia, aunque menor, en España.

     Su llegada a suelo español tuvo lugar en 1219 como parte del séquito de Beatriz de Suabia, la prometida de Fernando III el Santo, rey de Castilla y de León. La boda se celebró ese mismo año en Burgos. En la siguiente imagen se puede ver una estatua de la reina Beatriz en el claustro viejo de la catedral de esta ciudad:

    Como recompensa a aquellos caballeros por su lealtad hacia la reina, el rey les otorgó el territorio del actual municipio vallisoletano de Mota del Marqués (entonces llamado "de Toro"). Así, este pequeño pueblo se convirtió en la única sede de la Orden Teutónica en España:

     Los caballeros teutónicos lucharon en las huestes castellanas, al igual que templarios y hospitalarios, asistiendo al rey Fernando en sus campañas contra los árabes.

  Se sabe que la reina Beatriz acudió en varias ocasiones a Mota del Marqués para reunirse con sus compatriotas, sintiendo sin duda nostalgia, y celebraba junto a ellos los oficios religiosos. Actualmente  solo queda la ermita de Nuestra Señora de los Castellanos, reformada posteriormente, y las ruinas del castillo como únicos vestigios de la presencia de los caballeros teutónicos. Este castillo destacaba por su torre del homenaje redonda, muy poco habitual en España:

   Parece ser que los teutónicos tuvieron buena relación con los caballeros castellanos, como demuestra la expedición de unos caballeros de la Orden de Calatrava a Polonia como refuerzos para la Orden Teutónica en el frente del Vístula, contra la Mancomunidad Polaco-Lituana en 1224.

     Al producirse la conversión al luteranismo del gran maestre Alberto de Hohenzollern (que se proclamaría primer duque de Prusia como Alberto I) en 1525, la orden se secularizó. El priorato de Mota renunció a la autoridad germana y presentó al papa Clemente VII su lealtad. Así, se constituía en una orden independiente, vinculada al Vaticano y con la protección de los reyes de España. Un siglo después estrecharía lazos con la Orden Teutónica austriaca, que también se había desvinculado del gran maestre y permanecía fiel al papa. 

   Destruido el castillo de Mota durante la Guerra de Independencia y disuelta la orden por Napoleón,  no volvería a recuperar sus funciones hasta la firma del concordato en 1851, en tiempos de la reina Isabel II. En Viena visité la sede que continúa en esta ciudad. En esta foto que hice se pueden ver lápidas y blasones de varios caballeros de esa sede:

Y, por último, mi homenaje a la Orden Teutónica y a su benefactora, la reina Beatriz: