Las Islas Galápagos son famosas en todo el mundo por la visita que Charles Darwin realizó a ellas en el HMS Beagle. Y, tras estudiar los extraños animales que habitaban las islas, elaboró su teoría de la evolución en El origen de las especies. Pero siglos atrás, fue un soriano el primero que desembarcó en las Galápagos: Fray Tomás de Berlanga.
Natural de Berlanga de Duero, provincia de Soria, el dominico Fray Tomás ha sido nombrado obispo de Panamá. Dotado de una gran cultura y conocimientos científicos, Tomás de Berlanga rompe con la imagen peyorativa y oscura que se ha difundido de los clérigos de aquella época. Desde su llegada a las Indias, el obispo berlangués ha velado por los derechos de los indios, ha potenciado nuevas técnicas de agricultura en territorio panameño, ha promovido el cultivo de los plátanos e incluso ha proyectado un canal que conecte el Pacífico con el Caribe ¡cuatro siglos antes de que finalmente se construyera!
Océano Pacífico oriental, marzo de 1535. Fray Tomás ha sido designado mediador, en nombre del emperador, en las disputas entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro en Nueva Castilla (Perú). La nave en la que se dirige allí es desviada por corrientes marinas en dirección suroeste. Un día, divisan tierra: han llegado a unas islas desconocidas:
Tomás de Berlanga y su escolta desembarcan en las islas. Tras explorarla, comprueban que está deshabitada. Su sorpresa crece cuando descubren que los pobladores de las islas son animales asombrosos: tortugas gigantes, iguanas, lagartos enormes, gaviotas y albatros nunca vistos.
Fray Tomás contempla asombrado a las enormes y pacíficas tortugas. Bautiza a las islas con el nombre de Islas Galápagos, por estos insólitos seres. Se pregunta por qué existe una fauna tan sorprendente en estas islas alejadas de las rutas. Y se pregunta que quizá precisamente por eso se hayan desarrollado estas especies tan extrañas. Es decir, tres siglos antes de que Darwin se lo planteara, este obispo español se plantea si el medio ha podido influir en el desarrollo de estos seres:
Tomás y sus hombres difunden la noticia de este descubrimiento. Más tarde, ingleses y holandeses desembarcarán también en estas misteriosas islas, a las que llamarán "Islas Encantadas".
Fray Tomás regresó a España llevando consigo un curioso recuerdo de su vida en el Nuevo Mundo: un caimán de tres metros disecado de Panamá. Conocido entre los berlangueses como el "lagarto" o el "ardacho", se puede contemplar todavía hoy en la colegiata de Santa María del Mercado en la localidad soriana:
Caimanes y tortugas acompañan también hoy a la estatua de Fray Tomás en su ciudad natal:
Jo, siempre historias muy interesantes y poco conocidas, y con la ambientación genial. Me encanta. Enhorabuena
ResponderEliminarGracias. Me alegro que os guste.
EliminarSaludos
Genial el apunte histórico.
ResponderEliminarVaya pieza exquisita las tortugas gigantes.
Gracias. Todo sea honrar a un paisano que aportó tanto, para que no sea olvidado.
ResponderEliminarLas tortugas de Playmobil son geniales