Dinamarca, marzo de 1808. Manuel Godoy, primer ministro del rey Carlos IV de España, tras firmar el tratado de alianza con Francia, envía dos columnas a Dinamarca (aliada de los franceses) para apoyar a Napoleón en su bloqueo contra Inglaterra. Las comandan el marqués de la Romana y el mariscal francés Jean-Baptiste Bernadotte (aquel que se tatuó "Muerte a los reyes", pero que, por circunstancias de la vida, acabó convertido en rey de Suecia...). El objetivo: reforzar el ejército francés y repeler posibles ataques de la flota británica.
El marqués de la Romana conversa con el mariscal Bernadotte en el puerto de Copenhague. A la izquierda de ellos, un granadero del regimiento de Guadalajara:
Ya en suelo danés, españoles y franceses son repartidos por distintas ciudades. Los españoles llevan también consigo esposas, hijos, pertenencias, etc. Las autoridades danesas obligaron a sus ciudadanos a alojar a los españoles. La relación entre éstos y sus anfitriones fue buena y el intercambio de dos culturas tan distintas resultó positiva, tal como aseguran testigos como el escritor Hans Christian Andersen:
Estos oficiales del regimiento de Cataluña y del regimiento de Guadalajara comparten animados unas cervezas (aunque ellos prefieren vino...) con sus anfitriones, mientras tocan la guitarra, desconocida para los daneses:
Pero parece que con quienes más "congenian" son con la parte femenina de la población...
Pero todo cambia en mayo de ese año. Llegan noticias desde España de que Godoy ha caído y que las tropas francesas han invadido la Península. Los soldados españoles estallan y se vuelven contra sus aliados franceses. Éstos, reaccionan evitando que lleguen más mensajes de los rebeldes que se han sublevado en España. El marqués de la Romana sabe que sus antiguos enemigos, los ingleses, son ahora sus aliados, e intenta ponerse en contacto con ellos. Logra contactar con un sacerdote escocés, a través de un sistema de claves basado en el Cantar de Mío Cid, para que haga llegar su mensaje a España.
Los daneses, bajo órdenes de Bernadotte, arrestan a los españoles:
Muchos regimientos españoles consiguen huir y se enfrentan al ejército danés. Consiguen embarcar en navíos ingleses a Suecia, enemiga de Francia. De la Romana exige al rey Federico VI de Dinamarca liberar a los españoles que habían quedado prisioneros en suelo danés, pero el soberano se niega y se los entrega al ejército francés. Si queréis saber qué pasó con estos prisioneros solo tenéis que leer La sombra del águila, del gran Arturo Pérez-Reverte.
Gran historia !
ResponderEliminar¡Gracias! Rescatar la historia "perdida" de España es tarea de este blog :)
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