lunes, 18 de noviembre de 2024

La imborrable huella del cristianismo en el cine (III)

      Aunque sabemos que el origen del argumento de El rey león se encuentra en Hamlet, es imposible no vislumbrar paralelismos con la historia cristiana.
    Simba, ya adulto, es encontrado por Rafiki, el mandril chamán-consejero de su padre, el rey Mufasa. Rafiki le muestra el espíritu de su padre en una aparición.


   Mufasa le recuerda a Simba que debe regresar a su reino y tomar el poder, pues él es ahora el legítimo rey. El joven león siente miedo y suplica a su padre:
-¡Padre, no me abandones!
    Es imposible no pensar en la escena del huerto de Getsemaní o en las palabras de Jesús en la cruz.
    La idea del espíritu convocado, aunque presente en Hamlet, proviene curiosamente de la Biblia, concretamente del Antiguo Testamento. En esa escena, el rey Saúl pide a la bruja de Endor (un personaje completamente misterioso y más propio de una película de espada y brujería que de la Biblia) que invoque al espíritu del profeta Samuel.


 El propio personaje de Rafiki tiene ciertos parecidos con la figura de San Juan Bautista. Para empezar, realiza sobre Simba una ceremonia similar a un bautismo al poco de su nacimiento.


    Lo presenta ante sus súbditos, igual que el Bautista, como profeta precursor, señala a Cristo como el Cordero de Dios:





Años después, Rafiki vuelve a señalar a Simba como el elegido: "Tú eres Simba, el hijo de Mufasa".








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