Roma, 1508. Tras realizar los cartones para los frescos de su nuevo proyecto, Michelangelo y sus ayudantes se ponen manos a la obra.
Pasan los días, las semanas, los meses. Michelangelo va completando las primeras escenas: el Diluvio, el sacrificio de Noé, etc.
Aquí podemos ver el proceso de trabajo para los frescos. Los ayudantes realizan pequeños agujeros con un punzón en los contornos de las figuras.
A continuación, colocan el cartón sobre una capa fresca de cal, arena fina y polvo de mármol.
Pintan los contornos agujereados para que el dibujo pase al muro.
Más tarde, Michelangelo va pintando la figura.
El tiempo pasa. El papa visita las obras. Pregunta enfadado a Michelangelo:
-¡¿Cuándo terminarás?!
El florentino responde:
-Cuando lo acabe.
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