viernes, 1 de diciembre de 2017

Los Reyes Magos

      Agradezco de nuevo desde aquí a Playmoblogger la publicación de mi post sobre los orígenes de Papá Noel/Santa Claus hace ya un año ¡Un año que ha pasado volando! Aquí vamos con otro emblema navideño: los Reyes Magos:


   Los Reyes Magos, portadores de regalos cada 6 de enero, son los personajes más misteriosos del Nuevo Testamento. Solo un evangelio los nombra: el de San Mateo. Pero solamente dice que unos magos llegaron de Oriente siguiendo una estrella y que ésta les llevó hasta Belén. Allí encontraron al Niño Jesús y lo adoraron. Nada más ¿Cómo se compuso entonces la imagen que tenemos de ellos y que ha generado esta tradición?

  • ¿Eran realmente tres?
         El evangelio de San Mateo no indica ni su número ni sus nombres y dice simplemente "unos magos de Oriente". En el siglo III, el teólogo Orígenes propuso que si los presentes al Niño habían sido tres, oro, incienso y mirra, los magos tenían que ser lógicamente tres. Además, para Orígenes equivalían a los tres ángeles que se presentaron ante Abraham, para establecer un paralelismo entre el Antiguo Testamento y el Nuevo. El evangelio apócrifo titulado Evangelio armenio de la infancia (siglo VI) dice que son efectivamente tres y que sus nombres son Melchor, Gaspar y Baltasar. Otros evangelios apócrifos los llaman Hor, Basanater y Karsudán (Libro de Seth), así como Hormizd, Jazdegerd y Peroz (Libro de la caverna de los tesoros). En Excerpta latina barbari (siglo VI)  se les nombra como Bithisarea, Melichior y Gathaspa, pero son claramente variaciones de los nombres con los que les conocemos. En el siglo XIV el monje alemán Juan de Hildesheim compuso la historia definitiva de los Reyes Magos con los nombres por los que hoy los conocemos en Historia Trium Regum.


          El hecho de que sean tres simboliza también las tres edades de la vida: Melchor, la vejez; Gaspar la madurez, y Baltasar la juventud. Fue San Beda el Venerable quien les atribuyó estas edades. También simbolizan las tres partes del mundo conocido entonces: Europa, Asia y África.

  • ¿Eran reyes?
       San Mateo los nombra únicamente como "magos". El Evangelio árabe de la infancia indica que son "hijos de los reyes de Persia". El Evangelio armenio de la infancia aclara que son reyes de los persas, los indios y los árabes. La Iglesia promocionó esa imagen como reyes para alejarse de la imagen peyorativa de "magos". Desde un punto de vista teológico, Cristo es el rey de reyes y es adorado por los reyes de la Tierra.


  • ¿De dónde venían?
       San Mateo indica solamente que llegaron "de Oriente". Para algunos teólogos esta ambigüedad solo puede expresar la intención del evangelista de encajar el nacimiento de Cristo con la frase de Isaías: "Te inundará un tropel de camellos y dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Saba, trayendo oro e incienso y proclamando las alabanzas del Señor". Así, el evangelista establece un paralelismo entre la embajada de la reina de Saba a Salomón y la de los magos a Jesús.


        La opción más célebre y apoyada es que provenían de Persia. Los "magos" o magusha componían la casta sacerdotal dedicada al culto del zoroastrismo y la observación de las estrellas. La ciudad persa de Ecbatana, conocida como "Ecbatana de los magos", destacó por el estudio de la astronomía. Se ha indicado también Babilonia e incluso más al Oriente, con hipótesis bastante interesantes.


  • ¿Siempre ha habido un rey negro?
       Durante la Edad Media los tres reyes fueron representados como individuos de raza blanca. No fue hasta el siglo XIV cuando la idea de su procedencia de los tres continentes caló y se representó por primera vez a Baltasar como un rey negro. 



      En algunos belenes aparecen incluso monturas distintas para cada rey según su origen: caballo para Melchor (Europa), camello para Gaspar (Asia) y elefante para Baltasar (África). 




     El descubrimiento de América no acabó con esta tradición de los tres continentes, aunque está el caso del pintor portugués Grao Vasco que pintó a Baltasar como un indio amazónico:





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