Aquí tenemos a Mozart componiendo en el salón de su casa de Viena:
La figura venía con una peluca sin ranura, pero no me convencía nada, porque no tenía los típicos tirabuzones dieciochescos, así que le he puesto esta, más adecuada para el personaje.
El piano es el del pianista victoriano, que como le comentaba a Langsdorff lo conseguí por solo 5 euros en el DS ¡cuando en todocoleccion está a 11 el más barato y a 150 el más caro! Hay que estar muy atento a estas ofertas inesperadas. El piano es un lujazo que va a venir genial también para el oeste:
Mozart pasa a probar la melodía con el violín, otra pieza muy buena y también con buen uso para el oeste:
Su esposa Constanze le consulta cómo va su última obra:
Preciosa y precisa recreación de Mozart, enhorabuena
ResponderEliminarGracias Antonio. Me alegro que te guste.
EliminarSaludos
Recuerdo haber visto la película de la que están sacadas las imágenes cuando se estrenó. Aunque ganó varios premios Óscar, no la recuerdo como especialmente buena. Igual debería darle otra oportunidad. Muchas horas de fondo musical nos ha dado, no puedo pasar sin mencionar mi obra favorita, el concierto 299 para flauta y harpa. Las nuevas piezas de los piratas han dejado también la oportunidad de explorar el siglo XVIII con abundante material. Con esas pelucas tan resultonas los personajes tienen un aspecto excelente. Es una pena que no hayan aprovechado y sacado un modelo que no lleve sombrero. Muchas gracias por compartirlo. Un saludo
ResponderEliminarAmadeus es la peli. Pues para mí es sin duda una de las mejores películas en cuanto a recreación histórica. La veo cada cierto tiempo y me sigue pareciendo simplemente una obra maestra. Quizá la imagen de Mozart está un poco exagerada, pero fue realmente un compositor que en su vida privada era bastante infantil y juerguista. Los actores están todos impecables y elegir Praga como escenario es también una gran elección.
EliminarMis favoritas de Mozart son La flauta mágica, la K 299, la K 525 y la K 545.
Efectivamente, estas pelucas y trajes han venido genial para el siglo XVIII.
Saludos