Seamos justos con el tema de la Leyenda Negra: no siempre han sido solo anglosajones los que la han alimentado. No. Algunos italianos empezaron también a hacer lo suyo. Y con un tema que, por supuesto, les duele mucho: la mafia.
En 4º de carrera tuvimos un profesor adjunto de Historia Moderna que dijo sin ningún pudor que el origen de la mafia italiana se encontraba en la dominación española del sur de Italia (siglos XIII-XIX). Me sorprende, por decirlo de una manera sutil, que un historiador (o al menos, alguien que tiene un título donde pone "Licenciado en Historia") suelte una afirmación así sin haberse informado antes. Pero, por desgracia, es lo que algunos italianos opinan. Como historiador (y esto es de 1º de carrera) hay que separar el trigo de la paja. Y separando el trigo de la paja, cualquier historiador sabe que todos los elementos de la mafia (padrino, sicarios, protección a cambio de lealtad al jefe, actividades ilegales, etc) estaban ya presentes en la Antigua Roma: la creación italiana más famosa del mundo junto a la pasta y la pizza.
Los patricios de la Antigua Roma se organizaban en gens: familias o clanes aristocráticos. Se remontan a la época de la monarquía (siglos VIII a.C.-VI a.C.). Cada gens estaba dirigida por un pater familias, de donde la palabra "padrino" tiene un 99% de probabilidades de provenir... Esta figura controlaba las decisiones que se tomaban dentro de la familia (y ya sabemos lo que a la mafia le gusta esta palabra) y dirigía una red clientelar: personas, tanto patricias como plebeyas, que le debían favores y a los que protegía a cambio de lealtad. Sabemos de la afición de ciertos personajes de la Antigua Roma por pagar a sicarios para llevar a cabo ciertos asesinatos.
No es ninguna casualidad que en la propia película de El Padrino II el personaje de Tom Hagen (el gran Robert Duval) sugiera a Frank Pentangeli (Michael V. Gazzo) que se suicide basándose en "los antiguos romanos".
Cuando los bárbaros invadieron el imperio romano de Occidente en el siglo V, muchos patricios y plebeyos huyeron de las ciudades al campo. En aquellos siglos oscuros (V-VIII) fueron muchos los que confiaron su lealtad a un señor que contaba con propiedades y fuerzas militares a cambio de protección. Las redes clientelares se hicieron más fuertes y radicales. La lealtad se convirtió en subordinación total. Y así surgió el feudalismo. Las villas se convirtieron en castillos y los señores en señores de la guerra. El imperio se dividió en reinos y luego en ciudades-estado.
La historia de las ciudades-estado italianas es una historia de intrigas, asesinatos y familias que recurrían a cualquier cosa por llegar al poder: los Medici, los Visconti, los Sforza, los Gonzaga, los Montefeltro, etc. Era la época de las guerras de los güelfos y los gibelinos, en las que aquellos señores decidían qué bando tomar y cuál tenían que tomar sus leales.
Todas aquellas familias reinaron en ciudades-estado que nunca conocieron la dominación española. No es ninguna sorpresa, por ejemplo, encontrar rasgos de la mafia entre los Montesco y los Capuleto de Romeo y Julieta. Y Verona, su ciudad, nunca tuvo señores españoles.
Estos clanes existían también en Sicilia, y posiblemente desde época griega. Y Sicilia no fue dominada por los españoles hasta que Pedro III de Aragón se convirtió en rey de la isla. Fue después de las llamadas Vísperas Sicilianas (1282). En este episodio de la historia medieval, durante las campanadas que tocaban a vísperas, los habitantes de Palermo se sublevaron contra los franceses de Carlos I (Carlos de Anjou), rey de Nápoles y Sicilia. El levantamiento se extendió por toda la isla y pidieron ayuda a Pedro III a cambio del trono siciliano.
La victoria aragonesa supuso la anexión de Sicilia a la Corona de Aragón. Legitimidad que, por otra parte, tenía el hijo de Pedro III, Jaime II, como nieto del rey Manfredo I de Sicilia.
Y, por otro lado, si la mafia fue un invento español ¿por qué no hay mafia en España?
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