Esta semana pasada, el rey Don Felipe acudió a Segovia para presidir un acto que conmemoraba el 550º aniversario de la proclamación de Isabel I la Católica como reina de Castilla. El evento tuvo lugar en el Alcázar, donde el rey pronunció un discurso para homenajear a la reina castellana. En dicho discurso, Felipe VI declaró que se sentía orgulloso de "pertenecer al linaje de Isabel la Católica".
Ciertos medios, o mejor dicho pseudomedios, respondieron airados a esta declaración diciendo que "Felipe VI es un ignorante porque no es de la casa de Trastámara, sino de la de Borbón". Mientras escribo estas líneas, creo que esta entrada podría pertenecer perfectamente a la sección de STOP Leyenda Negra, por la ignorancia extrema que ha demostrado esa gente (porque me niego a llamarlos periodistas y mucho menos historiadores). Primero, porque reacciones así solo pueden ser propias de los imbéciles que tejen la Leyenda Negra, dentro y fuera de España. Y, en segundo lugar, porque esa ignorancia les lleva a confundir linaje con dinastía. El linaje es toda la línea de un antepasado hasta su descendiente, por muchas veces que, por matrimonios, vaya variando el apellido. La dinastía se refiere a una familia real. Por ejemplo, el rey de Inglaterra y el rey de España comparten linaje, a través de la reina Victoria, pero no dinastía.
Felipe VI sí es descendiente de Isabel la Católica. La casa de Trastámara está unida a la de Austria a través de Juana I la Loca.
Y la de Borbón se une a la de Austria a través de Felipe V, sobrino nieto de Carlos II, el último Habsburgo español.
Por lo tanto, nuestro rey Don Felipe es descendiente de la reina Isabel a través de matrimonios de sus antepasados. Es alucinante la ignorancia y también la memoria. En 1992, con motivo de la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona, la revista Hola entrevistaba a los reyes Juan Carlos y Sofía y al entonces príncipe Felipe en el palacio de la Zarzuela. En la entrevista, el rey Juan Carlos fue preguntado por el aniversario del fin de la Reconquista en 1492 por los Reyes Católicos. El soberano contestó que suponía un orgullo para él "ser descendiente de aquellos reyes". Que se sepa, nadie se enfureció ante esto.
Ese mismo año, el rey Juan Carlos fue entrevistado por una periodista inglesa para la BBC. El monarca la llevó al monasterio de Yuste, donde falleció el emperador Carlos I. Allí, el rey mostró una puerta alta que hicieron para que "su antepasado el emperador" entrara a caballo (por motivo de la gota que aquejaba a Carlos I). Tampoco se sorprendió nadie. Porque era y es la verdad.
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