jueves, 7 de diciembre de 2017

Aquella Navidad de 1994: llegan los caballeros

   En el blog de MOP comenté en alguna ocasión la inolvidable Navidad de 1994, cuando Playmobil estrenó su segunda temática medieval. Acababan de llegar los medievales de los 90:
 


   Como todas las Navidades, a medida que avanzaban los días previos crecía la ilusión. Tan solo esperábamos que llegasen las vacaciones. Y, claro está, la carta a los Reyes Magos iba enseguida camino de Oriente ¡Qué nervios! Madrid brillaba iluminado como siempre. Y en medio de esa ilusión llegaron los nuevos caballeros de Playmobil ¡Y qué castillos! Lo que pude babear con este anuncio. Tenía verdadera ansia viva cada vez que lo veía en aquel diciembre (seguramente estaría en antena ya desde octubre, como todos los anuncios de Navidad...):


   "El castillo medieval de Playmobil se engalana". El castillo de noche, los caballeros desfilando, los heraldos hacen sonar las trompetas ¡Qué pasada! La Edad Media ante mis ojos, al alcance de mi mano. "Se acerca el séquito del caballero blanco". Efectivamente, el caballero del cisne (3654) fue lanzado con este nombre, aunque de blanco solo tenía el cisne ¡Pero qué entrada ante todos! Aquel era el héroe de los romances medievales, el gran caballero vencedor. Todos los niños-fans de Playmobil de aquel entonces queríamos conseguirlo. Y durante mucho tiempo fue el "caballero blanco"


   A diferencia de otras Navidades, no pedí una sola caja ¡Pedí todas las de aquella nueva Edad Media! E incluso el caballero morado del dragón dorado (3669). Mi padre me decía: "¡Pero si ya lo tienes!", refiriéndose al 3329. "Pero no es igual"-respondía yo. Los niños siempre tenemos (teníamos) la razón ¿no?


   Como todo entra por los ojos, y tanto Playmobil como la tele lo saben, el anuncio cumplía su objetivo con creces. Recorrer Madrid y verlos en las jugueterías fue más que emoción. Aquella iba a ser una Navidad medieval. Además del espectacular anuncio, las cajas iban rodeadas de un ambiente de aventura, con esa puesta de sol misteriosa que aparecía al fondo de todas ellas. Los catálogos mostraban esa ambientación con más detalle:


No es casualidad que un año después el cartel de la película El niño invisible (totalmente prescindible) me recordase automáticamente a las cajas medievales:


Esa silueta del castillo de Loarre al anochecer es más que clavado a esos fondos de Playmobil.


     Y qué casualidad que pocos meses después, ya en 1995, naturalmente, TVE estrenase La noche de los castillos, un concurso de acción y pruebas que tenía castillos españoles como escenario. No es de extrañar que ante aquellos castillos de noche pensara de nuevo en Playmobil:


Y de nuevo el castillo de Loarre, que fue el escenario del primer episodio de La noche de los castillos.


    Llegó la Edad Media, llegó al fin la Navidad tan esperada. Y no hizo falta esperar a los Reyes Magos: Papá Noel se adelantó y me trajo tres magníficos regalos. No se trataba del castillo (3666), pero ahí estaban sus habitantes: el caballero blanco, el caballero morado y la corte del rey (3659):



  Fueron unas Navidades inolvidables, sin ninguna duda. Papá Noel y Playmobil habían dado la campanada sin ser Nochevieja. La temática medieval de los 90 se convirtió en mi temática favorita y hoy lo es todavía. Las demás cajas fueron llegando en los años siguientes. Y aunque todavía me falta el castillo 3666, la joya de la corona, y el torneo (3652), jugué y representé miles de historias con ellos. Todos los personajes de la Edad Media desfilaron sobre el suelo de mi habitación. Lucharon en mil batallas e hicieron crecer mi pasión por el Medievo.








4 comentarios:

  1. Pudiste disfrutar de la era gloriosa de este juguete. Hay piezas como la tienda del caballero del cisne que es un prodigio. Y detalles como los triclinium... Son tantos y tantos los aspectos a destacar... Esos diseñadores de verdad que llevaron a Playmobil a su cima. Hay un set del laboratorio de Merlin, en un viejo torreón destruido que no tengo palabras para describir (afortunadamente fue a mi casa formando parte del botín conseguido en una antigua juguetería).

    Fueron unos Reyes Magos que no olvidarás nunca, con esas tres referencias que conseguiste y seguro que jugaste hasta la extenuación.

    Si te sirve de consuelo a mi tampoco me compraron el castillo, pero si que pude conseguir uno incompleto en el rastro de Zaragoza, al cual me llevaba mi padre todos los domingos y antes estaba emplazado en los porches de la plaza de Toros.

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  2. Comparto todo lo que comentas. El del mago me llama mucho la atención. Creo que lo que pongo en la entrada habla por sí mismo por todo lo que disfruté con esas cajas :) Ese castillo es una de mis metas jaja
    ¡Ah, los rastros! La de cosas que esconden

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  3. Mi padre siempre me llevó al rastro desde muy pequeño y es una afición que he adquirido. De las primeras cosas que hago cuando viajo tanto a España como al extranjero es buscar la localización del rastro ( o rastros si hay más de uno) para ir el domingo a primera hora. No confundir rastro, con toda la metralla en el suelo como dios manda, con mercadillos especializados para incautos a precio de oro.
    En Zaragoza primero estuvo en los porches de la calle enfente al Mercado Central, luego lo pasaron a los porches de la Plaza de Toros, para situase después en la calles contiguas. Ahora su emplazamiento es un miserable aparcamiento apartado del centro de la ciudad, expuesto a la intemperie, frío, calor, lluvia...

    Con todo esta mañana me llevé un par de Axterix del 82 de Grijalbo seminuevos por 3 euros los 2, unos sobres de montaplex por un precio ridículo también (entre ellos los escurridizos galos) y como excepción un set múltiple de Tente Micro también semi nuevo con los adhesivos sin poner, por 20 eurillos.

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  4. Pues no es mala idea, no. En Francia hay muchos, pero nunca he encontrado Playmobil.
    Qué suerte lo de los de Astérix. Yo tengo toda la colección, algunos de Grijalbo y otros de Salvat. Si te animas te invito a que participes en el foro de la BD, donde hablamos de comic europeo. Allí soy Ottokar:

    http://elforodelabd.forogratis.es/index.html

    Yo hace mucho que no voy al de Madrid. Iba sobre todo a una tienda de comics descatalogados donde hay muchos chollos, aunque también los hay caros...

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