viernes, 17 de enero de 2025

El Laudo de Londres

   Castilla, 1177. El rey Alfonso VIII desea recuperar territorios que considera castellanos, como Logroño y Navarrete, y que pertenecen en este momento a Navarra. Su tío, Sancho VI de Navarra, por su parte, reclama territorios en manos castellanas, como Fitero, Briviesca y Belorado.


     Aconsejado por los nobles del consejo de Castilla, accede a que un rey neutral, Enrique II de Inglaterra, ejerza de árbitro en la disputa, con el fin de evitar una guerra con Navarra. El ejército castellano tiene puesta la mirada en Cuenca y la Mancha, con las posibilidades que tendrán para acceder a Andalucía. No puede permitirse una guerra entre reinos cristianos ahora.



La propuesta es comunicada a Sancho VI, que acepta también:


    En Londres, Enrique II recibe con asombro esta petición por parte de su yerno (Alfonso VIII) y de su futuro consuegro (Sancho VI) y accede a ser árbitro de la disputa.


Tras estudiar los mapas con su consejo, el rey inglés establece en su arbitraje (laudo) las siguientes resoluciones:

1. Navarra deberá devolver a Castilla Logroño, Entrena, Navarrete, Ausejo, Autol y la Bureba.
2. Castilla deberá entregar a Navarra, Leguín, Portilla y la fortaleza de Don Godin (identificada como la actual Lapuebla de Labarca).
3. Alfonso VIII deberá pagar a su tío la suma de 30000 maravedíes en diez años.


¿Estarán conformes los reyes de Castilla y Navarra con las resoluciones del rey de Inglaterra?








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