jueves, 22 de junio de 2017

El Cid: el más osado entre mil

Recogiendo la frase de la canción de la serie Ruy el pequeño Cid, dedico de nuevo una entrada a Rodrigo Díaz de Vivar como ya lo hice en la entrada sobre el comic que le estoy dedicando. La huella de Antonio Hernández Palacios siempre estará ahí y es para mí una referencia constante. Aquí mi homenaje al héroe castellano con Playmobil:




En ausencia de un torso con cota de malla adecuado (al menos para ese siglo XI, quiero decir), he escogido al caballero del special 4602, una figura que siempre me ha gustado. A pesar de que los tonos dorados nunca me han encajado mucho en ciertas figuras, en esta encajan bien y le dan un aire imponente, sin llegar a la estética de caballero oscuro de fantasía, aunque podría encajar también en esta. Cuando jugaba con él siempre era el padre del caballero morado (3669). Los cascos con protección nasal, desde que los sacaron, siempre los vi automáticamente como "los del Cid". Así que tarde o temprano, el Campeador tenía que llevar uno.



La capa roja romana es una pieza que me gusta bastante y es también muy polivalente. Encaja perfectamente en las temáticas medieval y vikinga. Me gusta mucho el efecto que hace incluso de espaldas:




En general prefiero siempre los caballos "antiguos" a los "nuevos", pero esta vez he querido ver el efecto que da uno "nuevo". Todos sabemos que el caballo del Cid se llamaba Babieca y que está supuestamente enterrado en el monasterio de San Pedro de Cardeña. Pero es seguro que el Cid tuvo muchos más caballos. En cuanto al escudo, quería usar uno redondo, pues eran los más comunes en la España del siglo XI, aunque los escudos normandos ya se asomaban también. He optado por el redondo clásico al no encontrar emblemas apropiados.




La espada del Cid no podía ser muy diferente a las del resto del siglo XI, de empuñadura corta y sin apenas adornos. Por eso, la famosa Tizona del Cid que se expone en el Museo del Ejército no puede ser de aquella época, ni por su tamaño ni por su forma. Lo más seguro es que sea del siglo XV, tanto por la rica decoración del guardamanos como por su parecido con otras de aquel tiempo, como la de Fernando el Católico o la del Gran Capitán:

La llamada Tizona del Museo del Ejército:


La espada de Fernando el Católico:




Y la del Gran Capitán, como se puede ver muy similares entre sí:




Sobre su caballo, el Cid levanta su espada dispuesto al combate. Es imposible no tener en mente la imagen de Charlton Heston y la estatua de Burgos, aunque yo siempre prefiero la de Palacios:








Como detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, aquí está Doña Jimena, su esposa:



Me gusta mucho el vestido de la reina de los leones de la 4865 y como ya dije es una de las mejores vestimentas civiles medievales. Y para esta gran dama encaja muy bien:



Volveré más adelante sobre este personaje, pues da para mucho.


TIENE UNA ESPADA FIEL 
QUE TIZONA SE LLAMARÁ, 
ES DE MADERA HOY 
Y MAÑANA DE BUEN METAL




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