domingo, 6 de octubre de 2024

Las misteriosas estrellas de Dante

  En la Divina Comedia de Dante, más concretamente en el Purgatorio (Canto I), el autor cuenta lo siguiente:

Me volví hacia la derecha y miré enfrente del otro polo
y vi en él cuatro estrellas que solo ha visto la primera gente. 
Gozaba el cielo de sus llamas bellas.
¡Oh, viudo Septentrión!
Pues que privado tú por siempre jamás
has de estar de ellas.





 Todos los expertos están de acuerdo en que Dante se está refiriendo a la Cruz del Sur o Crux, la constelación del hemisferio sur formada, efectivamente, por cuatro estrellas: Ácrux (la más brillante, al ser binaria), Imai, Mimosa y Gacrux.



    Fue Americo Vespuccio el primero que cartografió esta constelación en 1501 en un viaje a Cabo Verde y Brasil. El navegante florentino la describe como la equivalente meridional de la Estrella Polar.






 Su compatriota Andrea Corsali, durante un viaje al océano Índico bordeando el cabo de Buena Esperanza, la confirmó en 1515. 
    Pero si la Cruz del Sur es la constelación descrita por Dante ¿Cómo pudo el poeta florentino hablar de ella 200 años antes de Vespuccio? Hay una teoría propuesta por el rey Juan I de Sajonia, quien tradujo al alemán la Divina Comedia, según la cual Dante pudo haber tenido noticias de esta constelación a través de Marco Polo. Este la habría visto en 1284 durante su viaje de regreso a Venecia desde China, a la altura de Java o bien de Madagascar. 


 Otra teoría cuenta que algunos cartógrafos del siglo XVI descubrieron que Ptolomeo ya había cartografiado a Ácrux y Gacrux en el siglo II a.C., solo que las consideraba parte de otra constelación: Centauro.

En esta representación de Centauro, las dos constelaciones están ya separadas


 Si Dante conoció la Cruz del Sur a través de Ptolomeo ¿Cómo la identificó como separada de Centauro? Y aún más ¿A través de quién la conoció Ptolomeo? Recordemos que tanto Centauro como la Cruz del Sur solo son visibles actualmente desde el hemisferio sur.
    Actualmente... pero no siempre. Debido al fenómeno celeste de la Precesión de los Equinoccios, el cielo ha ido cambiando a lo largo de la historia. Este fenómeno sucede cada 26000 años. En cada período de 2150 años del que se compone a su vez, el sol se sitúa sobre el área de una constelación. Así, cada uno de estos períodos equivale a una era astrológica. De este modo, no sería extraño que Ptolomeo pudiese contemplar la Cruz del Sur desde Alejandría en el siglo II a.C. 





    De este modo, aquella "primera gente" a la que se refiere Dante podrían ser los habitantes del hemisferio norte en la Antigüedad. Pero es muy extraño el hecho de que Dante se refiriera así a los habitantes del mundo grecorromano, cuando conocía bien y admiraba la obra y la época de las antiguas Grecia y Roma ¿Quiénes son, entonces, esa "primera gente"? El experto británico en Dante William W. Vernon sostenía que esa expresión hacía referencia a Adán y Eva. Si tenemos en cuenta que la Divina Comedia se asienta sobre la base de la Biblia y no es sino una ampliación de los datos escasos de esta sobre el más allá (Purgatorio, círculos, Paraíso, etc.), podría ser así. Pero aún hay más...
    La clave puede estar en lo que el astrónomo y naturalista alemán Alexander von Humboldt cuenta en su obra Cosmos:

Las primeras razas de la humanidad podían ver en el lejano norte las gloriosas constelaciones del hemisferio sur levantarse ante ellos después de haber permanecido invisibles.

 Las investigaciones de la astronomía contemporánea confirman la situación de la Cruz del Sur sobre Centroeuropa al final de la última glaciación (Würm, 9700 a.C.). Así, esas "primeras razas" de las que habla Humboldt serían lo mismo que la "primera gente" de Dante: los humanos de la Prehistoria.
    Pero, si en aquella época tan lejana para Europa no existía aún la escritura ¿Cómo dejaron referencia de ello aquellas gentes? ¿Cómo llegó hasta Dante?
    Recordemos el famoso mapa de Piri Reis de 1513. Este almirante turco dibujó un misterioso mapa que representaba (al menos lo que nos ha quedado) la Península Ibérica, parte de África y América.





 El misterio radica en que representa zonas no descubiertas todavía en esa fecha: el Amazonas, que aparece completo desde su nacimiento en los Andes, era conocido en su desembocadura por el viaje de Vespuccio de 1499, pero no se exploró hasta la expedición de Orellana de 1541; la Antártida, que aparece cartografiada como extensión de Sudamérica, concretamente la Tierra de la Reina Maud, no fue descubierta hasta 1603 por Gabriel de Castilla. Lo más sorprendente es que describe esta última sin hielos. Es decir, el aspecto que tendría hace 6000 años.
    Reis decía que había elaborado el mapa a partir de otros anteriores. Uno de ellos fue realizado por Colón y llegó hasta el almirante turco a través de un marinero español capturado, que había participado en los viajes del genovés. Otros procedían de la época de Alejandro Magno e incluso anteriores.
    Si el mapa de Reis abre la posibilidad de que haya habido exploraciones de las que no sabemos nada a zonas del planeta antes de su descubrimiento oficial, también podemos barajar la hipótesis de que hubo conocimiento muy antiguo, hace miles de años, que se transmitió de algún modo. Conocimiento que transmitió que cuatro estrellas eran contempladas hace milenios en el hemisferio norte.












sábado, 5 de octubre de 2024

El monte Cervino

  Este verano estuve al pie del monte Cervino, en su lado italiano. La gran mole re roca y nieve, conocida por los suizos como Matterhorn ("el Cuerno del Prado"), impone en este valle alpino de abetos y lagos. Un lugar emblemático que merece una entrada en este blog:


 El monte Cervino mide 4478 m. Durante siglos ha atraído la mirada de exploradores, alpinistas y turistas. Sobre el origen de su nombre, hemos de remontarnos a 1543 cuando el geógrafo alemán Sebastian Münster anotó en su tratado Cosmographia tres nombres para referirse al monte junto al paso Theodul (glaciar del mismo nombre que se encuentra junto al Cervino): Matter, Augstalberg ("Montaña de Aosta") y Mons Silvius. La referencia a Aosta es claramente por la cercanía de esta ciudad fundada por los romanos ¿Pero "Silvius"?
    Treinta y un años después, el humanista suizo Josias Simler propuso que tal nombre haría referencia a un oficial romano llamado Silvio que habría cruzado el paso Theodul con una legión.
    Ese tal Silvio podría ser una deformación de Servio Galba, el oficial a quien Julio César ordenó buscar un paso seguro a través de los Alpes. César acababa de someter la Galia y en aquella misma campaña se abría ya la posibilidad de incorporar Helvecia.




Movilizar a una legión por los Alpes tuvo que ser complicado. Sabemos que Servio Galba partió de "la tierra de los alóbroges", tribu gala que ocupaba la actual región francesa de Saboya. Se sabe también que llegó a Helvecia, concretamente a Octodurum (actual Martigny) y levantó allí su campamento.






Si tenemos en cuenta que la antigua Saboya ocupaba también el noroeste de Italia y que la línea más recta hacia Martigny es por el valle de Aosta, el paso por el que Servio Galba llegó a Helvecia solo puede ser el Cervino. Así, la hipótesis del oficial romano cobra sentido. Otros indican que puede significar "ciervo". 
    Siglos después, en la edad de oro del alpinismo, el Cervino atrajo la atención de intrépidos montañeros. Desde 1858, ingleses y franceses se lanzaron a conquistarlo. Pero no fue hasta 1865 cuando el alpinista inglés Edward Whymper lo logró por el lado suizo. Para ello, contó con la ayuda de sus compañeros Charles Hudson, Lord Francis Douglas, Douglas Hadow, Michel Croz, Peter Taugwalder y el hijo de éste.






La tragedia sobrevino en el descenso del Cervino. Los siete alpinistas estaban unidos por una cuerda. Hadow resbaló, golpeó a Croz y arrastró con él a Hudson y a Douglas. La cuerda los unía a Whymper, Taugwalder y su hijo, pero el peso de los otros cuatro hizo que la cuerda se rompiera. Croz, Hadow, Hudson y Douglas cayeron al vacío.






  Tres de los cuerpos fueron encontrados 1400 m más abajo. El cadáver de Douglas nunca fue hallado. Tres días después, otro equipo de alpinistas liderado por el francés Jean-Antoine Carrel lograba también el ascenso al Cervino con éxito desde el lado italiano.
     La historia de Whymper recorrió Suiza y Reino Unido. Las críticas llovieron sobre el alpinista inglés, a quien acusaron de haber cortado la cuerda para salvarse y permitir morir a sus compañeros. La reina Victoria se horrorizó ante esta noticia y pidió al gobierno que prohibiese al alpinismo. Whymper defendió siempre su inocencia. Tiempo después, se examinó la cuerda y se comprobó que no había sido cortada con una cuchilla. Hoy se puede contemplar en el museo de Zermatt, en el lado suizo.
    Otras muertes tuvieron lugar años después de la peligrosa escalada. Se calcula que desde 1865 hasta 1995 perdieron la vida unos 500 alpinistas. El terrible Cervino sigue atrayendo desafiante entre los valles alpinos.












Dante y Beatriz

  Dante Alighieri, el gran poeta pionero de la literatura italiana, está considerado uno de los grandes escritores de la literatura universal. Es famoso especialmente por su obra la Divina Comedia y su amor por Beatriz (Beatrice) Portinari.




En la Divina Comedia, el propio Dante narra su viaje imaginado al infierno y al purgatorio, acompañado por el poeta romano Virgilio.


En su recorrido, Dante mezcla elementos cristianos y paganos del Más Allá. Como Caronte, el barquero de la mitología grecorromana que lleva las almas de los muertos por el río (o laguna) Estigia. También lleva a Dante y Virgilio en esta ocasión en su barca:


Tras visitar el infierno y el purgatorio y encontrar a varios personajes históricos en ambos, Dante llega por fin al Paraíso, donde encuentra a su amada Beatriz:










viernes, 4 de octubre de 2024

STOP Leyenda Negra (IV)

  Reavivamos esta sección porque, por desgracia, vuelve a ser de actualidad. Y todo gracias a México, a su ex-presidente Andrés Manuel López Obrador y su presidenta Claudia Sheinbaum. Como sabéis, ambos exigen a España que pida perdón por el "genocidio de la conquista de México". Tanto es así, que han prohibido que el rey Felipe VI acuda a la toma de posesión de la presidenta (por el contrario sí han acudido Sumar, Bildu y demás...).


    Todos los gobiernos han creado cortinas de humo para tapar sus problemas reales. Pero es que México les supera a todos en este aspecto. Todo el planeta sabe que el narcotráfico está presente en todas las instituciones mexicanas, que una mujer no puede coger un taxi sola en la capital azteca, que el norte del país vive literalmente de los secuestros. Pero, claro, el verdadero problema de México es que fue conquistada por los españoles hace 500 años...



    El tema es tan ridículo y humorístico que no sé si seguir escribiendo o si dedicarle varias entradas... El caso es que merece ir por partes. Para empezar, el México actual es una creación de 1810 (algunos historiadores sostienen que incluso más tarde). Estrictamente, deberíamos empezar a contar los años desde entonces, por lo que aztecas y españoles salen fuera de la ecuación. Pero todos los mexicanos tienen un origen y la mayor parte de la nación es producto de un mestizaje entre españoles y pueblos precolombinos. Digo pueblos precolombinos porque no solo habitaban allí los aztecas, sino también toltecas, olmecas, mayas, zapotecas y muchos más. Ni los partidarios del discurso oficial (y absurdo) de Sheinbaum y compañía ni buena parte de la izquierda española, por desgracia, recuerdan que la conquista española se llevó a cabo mediante alianzas con aquellos pueblos que querían liberarse del dominio azteca y que recibieron como a dioses a Cortés y sus hombres.
    Mestizaje que curiosamente los que promocionan el discurso woke quieren ver por todo el planeta, pero que se niegan a ver en Hispanoamérica. Ese mestizaje fue promocionado desde el primer momento por Isabel la Católica, quien, al declarar súbditos de la Corona a los indios, no veía mal que, al ser iguales a los españoles se desposaran con estos. Lo siento, Vinicius (y además soy del Madrid), en España seguro que hay racistas, pero eso no nos convierte en un país racista: el mestizaje es la prueba.


    Es decir, que apellidos como López Obrador no salen del pueblo azteca, precisamente... A continuación, hablaría de los terribles sacrificios humanos realizados por mayas y aztecas, pero como vivimos en un laicismo de locura que no odia a las religiones sino solamente al cristianismo, habrá imbéciles que responderán que "eso molaba más que comer pan y vino en misa". La imbecilidad es otra plaga que no entiende de fronteras...
    Otro punto a señalar es que la independencia de México no supuso el triunfo de la población indígena. Esta estaba deseando que no llegara ¿Por qué? Muy sencillo: si México, o mejor dicho, el Virreinato de Nueva España, dejaba de ser parte de la Corona, ellos dejarían de ser súbditos y sus derechos se verían aplastados. Y así fue. A aquellos independentistas, que no se llamaban precisamente Moctezuma o Cuatemoc, sino Juan o Pedro, no les importaron las vidas de los indígenas cuando los mataron durante sus expansiones una vez lograda la independencia. 



 Uno de aquellos líderes independentistas era un sacerdote llamado Miguel Hidalgo, que llamaba a la lucha contra los españoles (¿qué se supone que era él? ¿Alemán?) enarbolando el estandarte de la Virgen de Guadalupe. Tanto a él como a ella los trajeron los españoles.


Preguntemos a Alfonso Borrego, nieto de Gerónimo. Nos podrá contar, como ya ha hecho, que solo hay que comparar a la población indígena de EEUU con la de México: las diferencias son inmensas. Las matanzas sistemáticas que llevaron a cabo los norteamericanos solo pueden ser comparables a los casos de Alvarado y de Nuño Guzmán, el fundador de Guadalajara de México. Es decir, casos aislados y en ningún modo sistemáticos (pensemos simplemente en el hecho de que tanto Gerónimo como muchos otros guerreros apaches tenían con orgullo nombres españoles). Recordemos a militares como Custer o Sherman, que señalaban con desprecio a los indios como simples bestias a las que matar ¿Dónde está el mestizaje en EEUU, tierra de reservas y segregación? Miremos, por el contrario, cuántos indios y mestizos hay en Hispanoamérica.


Son esos Juan y Pedro, esos antepasados de López Obrador y compañía, los que deberían pedir perdón. Pues mis antepasados se quedaron en España, pero los suyos no. Aquellos hacenderos que daban latigazos a los peones indios estaban allí y sus tataranietos son ahora los que nos exigen disculpas a nosotros. Y no lo hacen en nauatl, precisamente...
  Pero si México quiere una cortina de humo y para ello ha de buscar un enemigo ¿Por qué no el malvado EEUU, su vecino? En 1848 le quitó medio país, que ahora son los estados de Texas, California, Arizona, Nevada, etc. ¿Por qué no hace una campaña exigiendo a Biden que pida perdón?



    El fenómeno de Sheinbaum y compañía es el mismo fenómeno adanista de estos últimos quince años, el del odio a lo tuyo, a tu pasado y a tus antepasados. Y la tremenda necesidad de buscar un enemigo para hacer valer tu discurso identitario. No hay más.