Hubo un tiempo en el que había libertad de expresión, en el que nadie decía "ellos, ellas y elles", en el que lo woke no existía. Un tiempo feliz en el que nuestras preocupaciones eran a qué jugar en el recreo, qué pondrían en la tele o qué pediríamos a los Reyes. Un tiempo feliz en el que todos nos convertimos en paleontólogos al aprendernos todos los dinosaurios.
Los regalaban con las galletas LU y con otras cosas
¡Y hasta en las series!
Un tiempo feliz en el que había historias de aventuras, espadachines, viajes de regreso al futuro, niños que se quedaban solos en casa, vaqueros, ratones perdidos en Nueva York, bellas y bestias y alfombras voladoras.
Dicen que todo era más ingenuo entonces. No lo creo. La sociedad española había vivido una dictadura y una transición marcada por la sangre que derramó ETA, entre otros. El adjetivo de "ingenua" no puede aplicarse a esa sociedad. Lo que era era una sociedad que miraba al futuro, que tenía esperanzas en un mundo mejor. No es casualidad que los temas de ecología estuvieran en boga, que empezásemos a preocuparnos por la capa de ozono y que estuviesen de moda los pines con alusiones a salvar el planeta.
¡En realidad había pines de todo!
Porque los mensajes de aquel entonces eran de esperanza, de que todos podemos conseguirlo y no de criminalizar al "enemigo". Fue el tiempo en el que Bom Bom Chip cantó junto a Garabatos y Cristina Cruz, que por aquel entonces se había hecho famosa en toda España con la serie Celia, una versión en español de Heil the World, de Michael Jackson.
Debió ser por 1993, coincidiendo con la emisión de Celia. La canción decía:
Esfuérzate, haz un mundo mejor.
Por ti, por mí, por toda la humanidad.
Ya que el mundo sufre,
si te entregas por los demás,
harás un mundo mejor
para ti y para mí.
Si vi esta gala en su momento (imagino que sería en Navidad, si las comparamos con otro tipo de galas de la época) no lo recuerdo, pero sí me acuerdo mucho de Celia y de Bom Bom Chip.
Aunque protagonizaron aquella nefasta película de El niño invisible, Bom Bom Chip está en mis recuerdos como un grupo musical de niños al que, en realidad, conocí a través de la televisión, por los especiales que hacían (también de Navidad).
Es decir, antes de que los niños escucharan reguetón y demás basura, antes de que sus mentes se devorasen con los móviles, escuchábamos canciones hechas por niños y para niños; que nos hablaban de Miércoles, cuando era un personaje de la película de La familia Addams y no una serie de Netflix:
Miércoles, se llama Miércoles,
tiene murciélagos en el jardín.
Pálida como las sábanas
de los fantasmas que viven allí.
Toda esta época coincidió en España con lo que hablamos de Cristina D'Avena: la misma ilusión y buen rollo.
Sí, hubo un tiempo en el que se respiraba algo diferente. Cuando quedaba esperanza. Esperanza en un mundo mejor. Pero hoy echamos la vista atrás y pensamos... que quizá aquel mundo era mejor que el que tenemos ahora.