martes, 26 de junio de 2018

El tesoro del templo de Shiva


        En la temática victoriana colonial un tema bastante recurrente es el de los tesoros perdidos, normalmente vinculado a civilizaciones perdidas o bien reductos secretos (o crípticos) de aquellas. Fue Sir Henry R. Haggard el que inició este tema con Las minas del rey Salomón. La novela no tiene casi nada que ver con la versión de 1985, que es más bien un intento de copiar descaradamente a Indiana Jones, cambiando la época victoriana del original por la época nazi.

Porque sale Sharon Stone, que si no...

   Si tengo que elegir uno de aquellos tesoros me quedo con el del templo de los monos de El libro de la selva: la aventura continúa (1994), aquella versión "en carne y hueso" que, a pesar de inventarse totalmente la historia prescindiendo de la de R. Kipling, consiguió recrear de manera muy lograda la India victoriana. Fue una de las primeras películas que marcó mi idea de aquel período:


Esta es la única imagen que he encontrado de la sala del tesoro


      El explorador Henry Remington, tras mucho caminar, ha encontrado el templo perdido de Shiva, en la espesura de la selva, casi cubierto de vegetación. Un pergamino en sánscrito le puso tras la pista.




         La tarea de reunir objetos de oro y monedas no era difícil. Lo difícil se me presentaba a la hora de recrear la cámara del templo. Playmobil apenas ha sacado cosas de la India y el único templo de la selva, el 3015, no se adaptaba bien a lo que buscaba. Ha sido el superset 3137 el que ha dado con la solución. Ya había usado parte de él en otras entradas. Sus dos rocas cilíndricas forman una columna al unirse, pero ¿y el fondo? De repente, de casualidad, la plataforma del superset, que viene a ser una especie de mini-empalizada vikinga, se dio la vuelta sin querer y ¡ahí estaba! Puesta boca abajo recrea de manera genial esas paredes mitad roca mitad ruina. Una descubrimiento fantástico ¡más que el del tesoro!









4 comentarios:

  1. Muy buena ambientación del tema de aventureros y de los tesoros perdidos, tomando como referencia Las Minas del Rey Salomón. Me quedo con el libro, pero te recomiendo la versión cinematográfica de 1950 con Stewart Granger y Deborah Kerr (que no tiene nada que envidiar a Sharon Stone). Ya sabes de mi predilección por “los clásicos”. Este tema tiene mucho recorrido y deseando estoy que os podamos presentar nuestra propia revisión. Aunque a este paso se va a quedar obsoleta. Mientras disfrutaremos de estas entradas tan interesantes. Gracias por compartirlo. Un saludo

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  2. Muchas gracias, sabía que os gustaría. Yo también me quedo con el libro. Y me apunto la versión que dices, porque la de 1985 es muy muy mala...
    Hay tiempo, no temas
    Gracias de nuevo ;)

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  3. Una gran escena, me gusta también aparte de lo comentado ya, el suelo.

    Un saludo.

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  4. Muchas gracias, Langsdorff
    Un saludo

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