lunes, 27 de noviembre de 2017

Cine medieval: El reino de los cielos

   El reino de los cielos (2005) es una de las pocas películas que han tocado el tema de las Cruzadas de forma extensa, es decir, no como una parte de la película. Dirigida por Ridley Scott, acudí al cine en su día con ilusión por mi admiración a este gran director (Gladiator es una de mis películas preferidas). El resultado fue una decepción: "Pero ¿y esto es todo?". Así que este año decidí verla de nuevo por si al volver a verla cambiase de opinión. Pero no... Sigue siendo una decepción.



  El exitazo de Gladiator, los grandes medios con los que se contaba, los escenarios escogidos en el castillo de Loarre y Córdoba, todo parecía anunciar un peliculón para los que amamos la Edad Media. Pero no. La recreación histórica está muy conseguida, las caracterizaciones, etc. ¿Qué falla entonces?
   Para empezar, hay fallos tanto en el argumento como en el ritmo. Balian de Yvelin (Orlando Bloom) es un herrero francés, hijo bastardo de un caballero cruzado (Liam Neeson) que tras haber perdido a su mujer y a su hijo mata al corrupto cura del pueblo en un ataque de ira y se va a Tierra Santa a seguir a su padre. De no haber cogido nunca una espada pasa a dominar perfectamente la esgrima y a dirigir la defensa de Jerusalén con técnicas bélicas de sorprendentemente conoce a la perfección. Y de paso se liga a la princesa Sibila, hermana del rey Balduino IV el leproso, aunque parezca una princesa árabe.


     En segundo lugar no se pueden contemplar aquellos hechos históricos desde una óptica actual. La tregua fijada por Balduino IV es interpretada en la película como una paz perfecta entre cristianos, musulmanes y judíos al estilo de la ONU. "La razón de las cruzadas es convivir" ¿Perdón? ¿Por eso tomaron Jerusalén a sangre y fuego en 1099? ¿Para crear una tolerancia perfecta? ¿Los cruzados se dieron cuenta realmente de que la base del cristianismo es el amor al prójimo? ¿Les importó alguna vez realmente? A los cruzados de la película solo les falta decir: "Es que somos muy guays aquí ¿sabes?". El buenismo al poder.


     Exceptuando a los franciscanos y los cátaros, lo de amar a los enemigos no fue una tendencia en la Europa medieval, desde luego. Si alguien quiere saber qué fueron realmente las cruzadas que no vea la película. Si quiere solamente entretenerse con batallas entonces sí.
  Cosas a favor:

-La elección del castillo de Loarre como escenario, aunque se podría haber aprovechado más.
-La reconstrucción de la época, armamento, vestuario, como indicaba sí está bastante logrado.
-La figura solemne del rey Balduino IV.
-La batalla de Hattin, que puso fin al poder de los cruzados en Tierra Santa, está bien reconstruida, así como la muerte de Reinaldo de Chatillon a manos de Saladino.



A diferencia de la película, en la historia real:

-Balian de Yvelin no era hijo bastardo ni un simple herrero. Heredó el feudo de su padre, pero no tuvo ningún romance con Sibila y mucho menos se marchó con ella.
-Balian sí participó en la batalla de Hattin.
-Ni Guy de Lusignan ni Reinaldo de Chatillon eran templarios.
-El sucesor de Balduino IV fue su sobrino Balduino V, hijo de Sibila de un matrimonio anterior. Guy solo accedió al trono tras el breve reinado de Balduino V.
-Guy no fue humillado por Saladino tras la batalla de Hattin.
-En el puerto de Messina aparecen estandartes con los escudos de Castilla y León juntos. En aquel tiempo estos reinos estaban todavía divididos. El estandarte del castillo y el león, actual bandera de Castilla y León, no llegó a implantarse hasta el reinado de Fernando III el Santo, cuando los dos reinos fueron definitivamente reunificados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario