Acabo de terminar una monografía muy interesante sobre las expediciones polares. Escrita por Bertrand Imbert, oficial de la marina francesa, El gran desafío de los polos pertenece a la colección Aguilar Universal, traducción al español de la colección Découvertes Gallimard. Hablé ya de esta colección cuando hablé de Los vikingos, reyes de los mares. Esta colección fue todo un descubrimiento y como historiador me ha impresionado bastante. Gallimard es una de las mejores editoriales de Europa y siempre ha destacado por su precisión y calidad. Y la verdad es que en toda la colección lo demuestra con creces.
La colección comenzó en los años 80 y se prolongó en el tiempo. Su iniciativa era "crear la más bella colección de bolsillo del mundo". Los franceses no tienen abuela, pero la verdad es que lo lograron. Aguilar lo promocionó con la frase "Jamás se vieron tantas cosas entre la primera y la última página de un libro".
Découvertes Gallimard acumula ya 732 libros. Aguilar no editó más de 32. El relevó lo tomó Ediciones B, que editó 36 más. La colección agrupa temas muy variados, aunque yo he intentado conseguir solamente los de historia que me interesen. Por ahora tengo los relativos a los vikingos, los polos, la fiebre del oro, Mozart, las brujas y las exploraciones del Pacífico. Todos ellos están llenos de buenas ilustraciones y fotos, dibujos explicativos y fuentes primarias contenidas al final. Más que recomendables.
Dentro de Playmobil el tema de los polos ha sido tocado en tres ocasiones. La primera en la década de los 80 y principios de los 90. La segunda hacia 2005, en la que introducían el tema de los dinosaurios y sus hipotéticos hallazgos en el polo. La tercera es la que han sacado en la actualidad. Personalmente, aunque reconozco que esta última tiene piezas de gran realismo (especialmente los huskies y algún objeto esquimal), es demasiado contemporánea para mis recreaciones. Es decir, los de los 80 se aproximan más a las expediciones clásicas de finales del XIX y principios del XX, las de Scott, Amundsen, Peary, Nansen y Shackleton. Combinan sencillez con espíritu de aventura, más aún en aquellos 80-90, cuando los polos volvieron a atraer a la comunidad internacional como lugares propicios para la investigación científica. Aquellas cajas de Playmobil se hicieron eco sin duda de aquella reivindicación.
Ya dediqué una entrada a las cajas de los esquimales, las más entrañables de aquella temática polar.
Las otras cajas reflejan las exploraciones en sí, ambientadas en aquellos años 80, pero de las que se puede sacar para recrear aquellos viajes del XIX-XX, el encuentro de los europeos con aquellas vastas tierras heladas del Ártico y de la Antártida:
La tienda de campaña me parece una referencia especialmente interesante. Tiene toda la equipación para enfrentarse a las duras condiciones de las regiones polares. Como comenté con Neperiano, tanto ésta como las de los esquimales posee piezas que pueden venir muy bien al tema de los tramperos.
Trineos de mano y vehículos oruga. Elementos imprescindibles para las bases polares.
Y por supuesto la base polar. De esta referencia hubo dos versiones: con transporte oruga y sin él.
Geniales como siempre las fotos de dioramas del reverso de las cajas.
Las cajas de esquimales son tremendas. Solo tuve el cazador con perro, aun recuerdo los guantes, eran sublimes.
ResponderEliminarDe la caja con tienda que vi en los catálogos me quedé prendado con los sacos, a tal punto que le hice a mi madre elaborar varios de ellos para que hicieran noche las patrullas de caballería nordista.
Te falta en el reportaje una caja con avión de reconocimiento y estación meteorológica.
Un saludo.
Tienes razón, voy a intentar buscarla.
EliminarEstoy de acuerdo con l oque comentas, para mí es una temática excelente y entrañable.
Saludos