miércoles, 5 de junio de 2019

Nuestra Señora de París

  Esta semana santa, una noticia daba la vuelta al mundo (bajo el mismo título de la película Arde París): la catedral de Notre Dame de París ardía sin control. Uno de los edificios más emblemáticos, no solo de Francia, sino de toda la civilización occidental, ardía en llamas. El resultado final: toda la techumbre, que databa del siglo XIII, incluido el cimborrio con su elevada aguja, se perdieron para siempre. El resto de la catedral se salvó, afortunadamente. Pero fuimos muchos los que nos unimos a los franceses aquellos días en la tristeza por haber estado a punto de perder un monumento tan emblemático. 




     Podríamos hablar del gótico, de los secretos esotéricos y alquímicos que encierra, e incluso de cultos ancestrales, pero la inmensa mayoría de la gente tiene una imagen en la mente al hablar de Notre Dame: la del jorobado.
      Quasimodo, el famoso jorobado de Notre Dame, surgió de la pluma de Víctor Hugo en la inmortal novela Nuestra Señora de París, que acabo de terminar ahora. Según los telediarios, la novela de Hugo creció en ventas este año durante los días posteriores al terrible incendio.




   El cine la ha adaptado varias veces, aunque para muchos de nosotros la versión más recordada es la de Disney (1996):




   Hay quienes dicen que es la película más oscura de Disney. Otros, que la más profunda. Y otros, que la más reivindicativa, por el personaje de Esmeralda. Lo que no hay duda es que merecería una revisión para los que fuimos a su estreno en 1996.




  Pero para quienes deseen conocer la historia original que lean la novela de Hugo. Y descubrirán que por muy profunda que sea la versión de Disney, no es en absoluto una historia para niños. Ni Quasimodo es un tierno y amable campanero deforme ni Esmeralda es una gitana rebelde de armas tomar. Ni el capitán Febo es un héroe bondadoso... Otra cosa a señalar es que el cruel Frollo no es un juez, sino un archidiácono. Esto se cambió en la de Disney para que ningún eclesiástico se alarmase... Lo mismo que la fiesta para elegir al "rey de los bufones": en la novela se elige en realidad al "papa de los locos". Una joya del Romanticismo.
  He intentado plasmar con Playmobil a los personajes según la novela, empezando con Quasimodo:




La bella Esmeralda con su inseparable cabra Djali:




El malvado Claude Frollo, obsesionado con la alquimia y con Esmeralda:





El capitán Febo, galán de la historia, aunque desde luego no el héroe...




Jean Frollo, el alocado y derrochador hermano de Claude:




Pierre Gringoire, poeta parisino, que sin comerlo ni beberlo se verá enredado en la trama...






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