Tal como prometí en la entrada sobre los mosqueteros, aquí vuelvo sobre el tema. Como ya señalé, es uno de mis temas preferidos y al que Playmobil ha dedicado muy poco (las razones ya las expuse en aquella entrada). De todas las adaptaciones que se han hecho sobre la célebre novela de Alexandre Dumas siempre tendré en primera fila Dartacán y los tres mosqueperros (como prometí le dedicaré entradas más extensas). Seguidas estarían la versión de Richard Lester de 1973 y la de Stephen Herek de 1993.
Aunque se supone que está en clave de comedia, Los tres mosqueteros (1973) es la versión mejor ambientada de todas, en cuanto a la reconstrucción histórica. Se unen dos factores en ello: la dirección, producción y actuación de cineastas británicos, caracterizados por su tradicional meticulosidad en las recreaciones históricas, y la elección de escenarios españoles del Siglo de Oro.
Por el contrario, la versión de 1993 juega con la acción porque sí y una interpretación muy libre de la novela (en realidad coge lo que quiere del libro e inventa una historia nueva sin diamantes de la reina ni capitán de Treville ni duque de Buckingham). Rodada con un presupuesto notable, no consigue encuadrarse en las versiones anteriores. Pero, por el contrario, sigue siendo mejor que las que se han hecho después. Al fin y al cabo, la ambientación de la época no quedaba muy atrás de la anterior y fue la primera versión de "carne y hueso"* que vi, por lo que la tengo en mente y en un puesto mejor que los horrores que se han rodado posteriormente sobre el tema.
Aunque no es una adaptación de Los tres mosqueteros, Jean-Paul Rappenau nos dejó una película sublime situada en la Francia de capa y espada: Cyrano de Bergerac (1990) sobre el bravucón poeta y espadachín de larga nariz y lengua feroz. La película parece un viaje al siglo XVII con una puesta en escena excelente, así como sus actores. Como Dartacán, Cyrano supuso una base más en mi concepción del siglo XVII, de ese emocionante siglo de espadas, estoques, dagas, bellacos y ¡en guardia!
Insisto en que es un tema mucho más amplio. Por ahora, aquí están algunas muestras de mosqueteros de Playmobil, algunas de ellas combinaciones de las referencias que Playmobil ha sacado hasta la fecha:
En este caso ha habido pocos cambios sobre la figura del pirata de la 3794, al que siempre llamé Lonegan, una figura muy interesante:
En este caso he intentado reconstruir al personaje de Guidimer, el estúpido y gordinflón capitán de la guardia del cardenal Richelieu de Dartacán, personaje inolvidable de aquella mítica serie:
He intentado plasmar esa barriga azul, cinturón amarillo, guantes blancos, sombrero y capa negros. Una pena no poder encajar el cuello blanco a la vez que la capa.
Algunos retoques sobre el mosquetero de la 4678, el más reciente que ha sacado Playmobil:
No puede faltar una mujer, ya sea Constanze, Kitty o Juliette, en la versión de los mosqueperros. Es decir, las "buenas". Tiempo habrá de hacer una Milady de Winter, más que nada cuando compre piezas y figuras nuevas... La lechera de Vermeer se adapta a la perfección. Aunque Constanze/Juliette era dama de la reina Ana, también era la esposa del posadero Bonnancieux (en Dartacán era sobrina, no iban a presentar un adulterio a los chavales...), por lo que no es extraño que vistiese como una plebeya:
¡UNO PARA TODOS Y TODOS PARA UNO!
* En la entrada sobre La Bella y la Bestia (2017) expliqué mi visión de la expresión "actores de carne y hueso".
muy chula la entrada, a los mosqueteros les tengo en gran estima, y la figura de Lonegan, mas aun, tengo un ejercito de holandeses basado en ellos, uno de mis primeros proyectos como coleccionista, y al que guardo mucho cariño, espero algún día hacer una entrada de ellos. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Antonio :)
ResponderEliminarComo ves coincidimos y es cierto que el Lonegan da para mucho. Espero ver esa entrada que seguro estará genial. A la espera de que Playmobil saque nuevos mosqueteros seguiremos creando con el material que disponemos.
Gracias como siempre por pasarte.
Un saludo